Lo que es diferente este año es que somos una de las primeras ciudades en ofrecer centros de refrigeración durante la noche. El año pasado, la mayoría de nuestros centros de refrigeración cerraban a las 5 o 6 p. m., pero eso no significaba que la calefacción se apagara. Estábamos viendo un gran número de llamadas al 911 fuera del horario laboral. Si estás en el concreto, viviendo en el efecto de isla de calor urbano, te estás asando en eso, ya sea a 90, 100 o 115 grados. Necesitamos tener los mismos recursos disponibles. Entonces, volvimos a hablar con los líderes y dijimos que necesitamos tener un horario extendido.
Gran parte de esto es prueba y error, lo que puede ser un desafío. Puedo mirar los datos y decir: “Bien, veo que se están produciendo muchas llamadas al 911 aquí, voy a hacer un trabajo de divulgación”. Y entonces voy allí, y en realidad no hay mucha necesidad. Resulta que las llamadas se debían a que estaba cerca de un hospital. Tienes que ser capaz de cambiar de rumbo en un instante. Seré honesto, antes teníamos centros de refrigeración que estaban demasiado lejos para que la gente pudiera llegar. Así que les llevamos el autobús de refrigeración.
Creo que es importante crear espacios frescos y con árboles que den sombra para que Phoenix sea más habitable y sostenible. En eso trabaja el equipo de mitigación de nuestra oficina: estrategias a largo plazo para generar sombra y plantar árboles. Pero en lo que tengo que centrarme es en cómo mantengo a alguien a salvo. Plantar más árboles es maravilloso, pero eso no te salvará hoy. Y ahí es donde entro yo.
Hay gente que llora y me da las gracias porque me ven ahí todos los días. No voy a renunciar a ellos. A veces, para estas personas, es una situación de vida o muerte. Puede sonar un poco dramático, pero una botella de agua en la mano de alguien salva vidas. Y luego hubo personas a las que subí a un vehículo con nuestra Oficina de Soluciones para las Personas sin Hogar y ahora van a ir a viviendas temporales. Si pudiéramos hacer viviendas más asequibles, entonces no me necesitarían.
Mi parte favorita del día es bajar al almacén donde guardamos los kits de calefacción. Pongo algo de música, entro en una zona y empiezo a hacer kits. Ponemos sombreros, protector solar, toallas refrescantes y protector labial líquido SPF, porque el protector labial en tubo se derretirá. Nuestros sombreros de ala ancha son muy populares. A la gente le encantan los Hydro Flasks. Proporcionamos zapatos a las personas cuando los necesitan, porque vemos a mucha gente en calcetines o descalza. Sé que esos kits saldrán por la puerta y servirán inmediatamente a alguien que los necesite. Me encanta hacer eso.
—Según lo contado a Camille Bromley
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