Hassan Kazemi Qomi hizo estas declaraciones en una publicación en X el domingo, horas antes de que una delegación de Irán partiera hacia Qatar para asistir a la tercera cumbre de Doha sobre Afganistán.
Expresando su esperanza de que la próxima ronda de la reunión organizada por las Naciones Unidas sobre el Afganistán traiga consigo seguridad, estabilidad y bienestar para el pueblo afgano, el enviado subrayó la importancia de los esfuerzos colectivos para resolver los desafíos actuales.
Agregó que la delegación iraní transmitirá las preocupaciones de Teherán sobre Afganistán y explicará las políticas humanitarias de Irán con respecto a los extranjeros en el país a los funcionarios de las Naciones Unidas y los países participantes en la reunión.
El diplomático iraní señaló además que espera que las próximas negociaciones conduzcan a la reducción del sufrimiento del pueblo de Afganistán y logren la paz, la estabilidad, la seguridad, el desarrollo sostenible y un gobierno basado en la voluntad del pueblo y sin interferencia ni dominación extranjeras.
El domingo y el lunes se celebrará la tercera ronda de la reunión de enviados especiales de las Naciones Unidas para Afganistán, con la participación de representantes de varios países. Antes se celebraron otras dos rondas en la capital de Qatar, Doha.
Una delegación de los talibanes afganos también participará en la reunión, lo que marcará la primera vez que los gobernantes afganos asistirán a una reunión de enviados internacionales sobre Afganistán desde que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, inició el proceso en mayo del año pasado.
Los talibanes lograron regresar al poder a mediados de agosto de 2021 después de lograr amplios avances en todo Afganistán durante una retirada desordenada de las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos, así como el rápido colapso de las fuerzas de seguridad del país.
El grupo anunció la formación de un gobierno interino en septiembre, pero sus esfuerzos por estabilizar la situación hasta ahora se han visto socavados por las sanciones internacionales.
Ningún país ha reconocido aún al gobierno talibán ni su dominio sobre Afganistán, aunque llevan casi tres años en el poder.