Funcionarios sirios y turcos se reunirán en Irak para restablecer relaciones diplomáticas después de más de una década: Informe

El diario Al-Watan, citando fuentes informadas que pidieron no ser identificadas, informó que la próxima reunión será el primer paso en el camino de un largo proceso de negociaciones que resultaría en entendimientos políticos.

Las fuentes agregaron que Ankara ha pedido a Moscú y Bagdad que preparen el terreno para que los diplomáticos turcos se sienten a la mesa de negociaciones con la parte siria sin la presencia de terceros ni miembros de la prensa.

Al-Watan señaló que la iniciativa para el acercamiento entre Turquía y Siria y el restablecimiento de sus lazos diplomáticos ha recibido un amplio apoyo de los estados árabes, especialmente de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, así como de Rusia, China e Irán.

El viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que no hay razón para que su país no forje lazos renovados con la vecina Siria.

“No hay razón para no establecer (relaciones con Siria)”, dijo Erdogan a los periodistas después de las oraciones del viernes en Estambul.

Enfatizó que Ankara no tiene planes ni objetivos de interferir en los asuntos internos de Siria y agregó: “Así como una vez desarrollamos relaciones entre Turquía y Siria, actuaremos juntos de la misma manera nuevamente”.

Turquía rompió sus relaciones con Siria en marzo de 2012, un año después de que el país árabe se encontrara en las garras de una violencia desenfrenada y mortal perpetrada por militantes respaldados desde el extranjero, incluidos aquellos supuestamente apoyados por Ankara.

El proceso de normalización de los vínculos entre Ankara y Damasco arrancó el 28 de diciembre de 2022, cuando los ministros de Defensa ruso, sirio y turco se reunieron en Moscú, en lo que fue la reunión de más alto nivel entre ambas partes desde el estallido del conflicto sirio.

Desde 2016, Turquía ha llevado a cabo tres importantes operaciones terrestres contra militantes respaldados por Estados Unidos con base en el norte de Siria.

El gobierno turco acusa a los militantes de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), respaldados por Estados Unidos, de tener vínculos con el grupo militante Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Siria considera ilegal la presencia turca en su suelo y afirma que se reserva el derecho de defender su soberanía contra las fuerzas ocupantes.

El presidente sirio, Bashar al-Assad, ha vinculado el acercamiento con Turquía al fin de la ocupación por parte de Ankara de las zonas norte del país árabe y su apoyo a los grupos militantes que causan estragos y luchan contra el gobierno de Damasco.

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