Los generales israelíes quieren un alto el fuego en Gaza para la guerra contra Hezbolá: informe

Cuando la guerra de Israel contra Hamás está a punto de entrar en su noveno mes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han perdido al menos 670 soldados, los suministros de proyectiles de artillería son escasos y alrededor de 120 israelíes, muertos y vivos, siguen retenidos como rehenes en Gaza.

Los combatientes de Hamás han aparecido en zonas del enclave previamente despejadas por las FDI, y Netanyahu todavía se ha negado a declarar públicamente si Israel tiene la intención de ocupar Gaza después de la guerra o entregar el territorio a un gobierno palestino.

En este contexto, los 30 generales de alto rango que integran el Foro del Estado Mayor de Israel quieren que Netanyahu alcance un alto el fuego con Hamás, incluso si eso significa dejar a los combatientes de Hamás en el poder en Gaza, informó el diario New York Times.

Según seis funcionarios de seguridad actuales y anteriores, cinco de los cuales pidieron el anonimato, los generales quieren tiempo para que sus tropas descansen y almacenen municiones en caso de que estalle una guerra terrestre con Hezbolá.

Además, los generales también consideran que una tregua es el mejor medio para liberar a los rehenes restantes, contradiciendo la insistencia de Netanyahu de que sólo una “victoria total” sobre Hamás traería a los cautivos de regreso a casa.

“Los militares apoyan plenamente un acuerdo sobre los rehenes y un alto el fuego”, dijo al periódico el ex asesor de seguridad nacional israelí Eyal Hulata.

“Creen que siempre pueden regresar y enfrentarse militarmente a Hamás en el futuro”, continuó.

“Entienden que una pausa en Gaza hace más probable la desescalada en Líbano. Y tienen menos municiones, menos piezas de repuesto, menos energía que antes, por lo que también creen que una pausa en Gaza nos da más tiempo para prepararnos en caso de que estalle una guerra más grande con Hezbolá”.

Hezbolá entró en el conflicto entre Israel y Hamás en octubre pasado, pero el grupo llevó a cabo una campaña limitada de ataques con aviones no tripulados y misiles en el norte de Israel, cuyo líder Seyyed Hassan Nasrallah dijo en noviembre que su objetivo era retener a los soldados israelíes cerca de la frontera para impedir su despliegue en el enclave asediado.

Netanyahu anunció el mes pasado que retiraría algunas unidades de las Fuerzas de Defensa de Israel de Gaza y las trasladaría a la frontera libanesa, avivando los temores de una inminente invasión del Líbano.

La tensión aumentó aún más la semana pasada cuando el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió que las FDI se estaban “preparando para cualquier escenario” y podrían llevar “al Líbano de regreso a la Edad de Piedra”.

Nasrallah ha lanzado una dura advertencia a Israel, amenazando con una guerra “sin restricciones, sin reglas y sin límites” en caso de una gran ofensiva contra el Líbano. Afirmó que el número de agentes de Hezbolá dispuestos a luchar contra el régimen sionista ha superado los 100.000.

Según se informa, Estados Unidos ha advertido contra el inicio de una “guerra limitada” en el Líbano, mientras que Irán ha declarado que “apoyaría a Hezbolá por todos los medios” en un conflicto de ese tipo.

El ejército israelí no ha respaldado públicamente un alto el fuego en Gaza.

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