The UK’s NHS Going Digital Would Be Equivalent to Hiring Thousands of New Doctors

La aplicación del NHS no solo permitiría concertar citas, sino también que los pacientes recibieran notificaciones sobre campañas de vacunación, pruebas de salud, detección de cáncer e incluso próximos ensayos clínicos. “Los ensayos clínicos pueden utilizar la genómica para identificar a los pacientes que se beneficiarán de los últimos tratamientos, pero tienen dificultades para reclutar, no por falta de personas dispuestas a participar, sino porque no pueden acceder a datos básicos”, dijo. Prometió que el Partido Laborista tomaría medidas drásticas contra la burocracia y permitiría que los ensayos clínicos reclutaran voluntarios a través de la aplicación. “Durante la pandemia, medio millón de personas se inscribieron en el registro de ensayos de vacunas”, dice. “Si podemos hacerlo para derrotar al Covid, podemos hacerlo para curar el cáncer”.

El plan del Partido Laborista se basa en los datos de los pacientes. Recientemente, el NHS anunció el lanzamiento de una plataforma de datos federada que centralizaría los datos de los hospitales, pero no incluiría datos de los médicos de cabecera ni de la asistencia social. “El NHS ha encontrado oro en este aspecto, pero lo está dejando en el suelo”, afirma Streeting. “Los datos de los médicos de cabecera son fundamentales para lograr mejores resultados en materia de salud para la población”.

Streeting promete que un gobierno laborista garantizaría un proceso transparente sobre qué aspectos de los datos de los pacientes se compartirían y con quién, así como las salvaguardas necesarias para garantizar la confidencialidad de los pacientes. En cuanto a los que se oponen a ello por motivos de privacidad, tiene un mensaje sencillo: “Es una lucha que un gobierno laborista está dispuesto a librar”, dice. “Mientras que la brigada de los sombreros de papel de aluminio recurre a TikTok para instar a los seguidores a que opten por no compartir sus datos con el NHS (la ironía no se me escapa), el gobierno se niega a hacer frente a su alarmismo”.

Recordó cuando, en enero pasado, conoció a los padres de un niño de dos años en el Hospital Infantil Alder Hey de Liverpool. “Han pasado por un infierno”, dice. “En su corta vida, ya ha tenido cinco operaciones de corazón”. Sin embargo, cuando les preguntó cuál había sido su principal frustración, la respuesta le sorprendió: la tecnología. “Su médico de cabecera local no podía acceder a las notas de Alder Hey y el hospital no podía leer los registros que tenía su médico de cabecera. Eso significaba que en cada cita tenían que repetir lo que habían dicho una y otra vez. El servicio sanitario debería aliviarles la preocupación, no aumentarles el estrés”.

Este artículo aparece en la edición de julio/agosto de 2024 de Revista WIRED del Reino Unido.

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