El tackle defensivo de los New York Giants, Dexter Lawrence, es una fuerza formidable en el campo. Con sus 1,93 metros de altura y 154 kilos de peso, su presencia no pasa desapercibida.
Los equipos rivales suelen duplicar sus números, pero el año pasado esa estrategia le abrió la puerta a Kayvon Thibodeaux para acumular 11,5 capturas en la temporada. Aun así, Lawrence encuentra la manera de mejorar cada año.
“Creo que eso viene de adentro y de observarte a ti mismo y ver cosas que puedes mejorar”, dijo Lawrence el viernes cuando se le preguntó cómo lo hace. “Nunca soy un jugador perfecto, así que soy duro conmigo mismo.
“Todos los días vengo aquí y cometo un pequeño error, lo anoto y lo corrijo al día siguiente, de modo que cada día cometo un nuevo error. Ese es mi proceso de pensamiento”.
Además, otros jugadores han hablado de lo increíble que es jugar junto a él en el campo. Su increíble talento y su genuina actitud de buen chico le han ganado el respeto de toda la liga.
La capacidad de Lawrence para detectar una jugada y hacer paradas increíbles también ayuda.
Teniendo en cuenta la perspectiva que otros tienen de él, se le preguntó a Lawrence sobre la competencia que genera para los muchachos que lo rodean.
“Compito como si no fuera un jugador de primer nivel. Creo que compito como si fuera el elegido en la séptima ronda. Compito como si no me pagaran. Esa es mi mentalidad y creo que de ahí viene el respeto. Pueden verlo y pueden ver lo duro que trabajo. Creo que eso es lo más importante para todos”, dijo Lawrence.
Lawrence compite como si estuviera luchando por su puesto, algo de lo que muchos jugadores pueden aprender. Da todo lo que tiene en cada jugada y espera lo mismo de sus compañeros.
“Creo que mi papel en este equipo es empujar a todos. No quiero estar solo en el Pro Bowl”, dijo. “Eso es lo que les he estado diciendo a todos. Uso algunas de mis prendas, pero no quiero estar allí solo. Creo que mi mentalidad es simplemente empujar a todos. Si estoy en el campo, corro, los empujo. Simplemente trabajo duro y eso se refleja en todos”.
Su trabajo duro, su determinación y su deseo de mejorar continuamente son lo que hacen de Lawrence un jugador fenomenal. Su carácter y su ética de trabajo lo convierten en un modelo a seguir para los jóvenes de todo el mundo, tanto dentro como fuera del campo.
Lawrence hace que los jugadores de su equipo quieran ser mejores tanto dentro como fuera del campo, y eso no es algo que se pueda enseñar.