La misión diplomática iraní afirmó que el propio Irán ha sido víctima de numerosas operaciones cibernéticas ofensivas dirigidas contra su infraestructura, centros de servicios públicos e industrias.
Agregó que las capacidades cibernéticas de la República Islámica son defensivas y proporcionales a las amenazas que enfrenta.
La misión diplomática iraní afirmó además que Irán no tiene planes de lanzar ataques cibernéticos contra ningún país, subrayando que las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un asunto interno en el que Teherán nunca interferirá. Los funcionarios estadounidenses han dicho anteriormente que Irán se opone particularmente al expresidente Donald Trump y que a Teherán no le gusta que regrese al poder.
Esto ocurre mientras Irán ha dicho repetidamente que no hace diferencia entre los presidentes de Estados Unidos y que no importa quién sea el inquilino de la Casa Blanca, la política de Washington hacia la República Islámica es hostil.