WASHINGTON (AP) — Un trabajador de una prisión federal en California murió y los investigadores están examinando si estuvo expuesto al fentanilo poco antes de su muerte, dijeron a The Associated Press tres personas familiarizadas con el asunto.
Marc Fischer, supervisor de la sala de correo de la penitenciaría estadounidense de Atwater, California, murió el viernes después de haber informado que se sentía mal, según las fuentes. Dijeron que fue llevado a un hospital local y que fue declarado muerto más tarde esa noche.
Los investigadores están examinando si estuvo expuesto a una sustancia que las autoridades creen que era fentanilo mientras revisaba el correo en la prisión, dijeron las personas. Las personas no pudieron comentar públicamente los detalles de la investigación en curso y hablaron con la AP bajo condición de anonimato.
La causa de la muerte de Fischer seguía siendo desconocida el sábado y no estaba claro si la posible exposición pudo haber contribuido. Tocar brevemente el fentanilo no puede causar una sobredosis y los investigadores han descubierto que el riesgo de sobredosis fatal por exposición accidental es bajo.
En un comunicado, la Oficina de Prisiones dijo que un empleado de la prisión “comenzó a sentirse mal después de haber estado expuesto a una correspondencia saturada con una sustancia desconocida” y fue declarado muerto después de ser trasladado de urgencia al hospital. Un segundo trabajador fue llevado al hospital para observación después de haber estado en contacto con la correspondencia y luego fue dado de alta, dijo la agencia.
“Estamos muy tristes y enviamos nuestras más profundas condolencias a la familia, amigos y colegas de nuestro empleado fallecido”, dice el comunicado.
Su muerte es el último incidente grave en la Oficina de Prisiones, que opera 122 prisiones federales y ha enfrentado innumerables crisis en los últimos años, desde abusos sexuales desenfrenados y otras faltas criminales por parte del personal hasta falta crónica de personal, fugas y muertes de alto perfil.
En 2019, la agencia comenzó a fotocopiar cartas de reclusos y otra correspondencia en algunas instalaciones penitenciarias federales de todo el país en lugar de entregar los paquetes originales, en un intento de combatir el contrabando de narcóticos sintéticos.
En 2023, un grupo bipartidista de legisladores del Congreso presentó una ley para exigir al director de la Oficina de Prisiones que desarrollara una estrategia para prohibir el envío por correo de fentanilo y otras drogas sintéticas a las prisiones federales de todo el país. El proyecto de ley se ha estancado en la Cámara de Representantes.
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Sisak informó desde Nueva York.
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Esta historia ha sido actualizada para reflejar que el apellido del supervisor de la sala de correo que murió es Fischer, no Fisher.
