El comandante en jefe de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, compartió con la prensa la situación actual sobre la operación militar lanzada hace tres semanas en la región rusa de Kursk, diciendo que Ucrania ahora controla 1.294 kilómetros cuadrados y 100 asentamientos y capturó a 594 soldados rusos.
Mientras Syrskyi anunció que la operación en Kursk continúa, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo en una conferencia de prensa antes del Día de la Independencia que su país celebrará el sábado que están listos para presentar su plan para poner fin a la guerra con Rusia a los EE. UU. Zelenskyy dijo que presentaría el plan a los candidatos presidenciales estadounidenses Kamala Harris, Donald Trump y el presidente Joe Biden, quien dejará el cargo el 20 de enero de 2025. Zelenskyy señaló que el plan tiene varias etapas bajo los títulos de diplomacia y economía. Aunque no dio muchos detalles, se puede suponer que el reciente ataque en Kursk es parte de este plan. Probablemente quieran usar sus ganancias en Kursk como palanca contra los territorios que Rusia ha confiscado en Ucrania cuando se sienten a la mesa.
Rusia ha ocupado aproximadamente el 15% de Ucrania. No está claro hasta qué punto serán eficaces en las negociaciones los mil kilómetros cuadrados que Ucrania ha arrebatado de los 17.100 millones de kilómetros cuadrados de territorio ruso. Además, Rusia cuenta con el apoyo popular en las ciudades que ha conquistado en el este de Ucrania. En Kursk no hay masas proucranianas, por lo que es evidente que no podrán mantenerse allí durante mucho tiempo.
Rusia ya ha comenzado a desplegar 30.000 tropas en la región en respuesta a los acontecimientos en Kursk. Por otro lado, ya ha lanzado uno de sus mayores ataques aéreos contra Ucrania. La Fuerza Aérea ucraniana anunció que todo el país está bajo amenaza de ataques con armas balísticas. También se están utilizando drones armados en los ataques. Se informa que Rusia está utilizando armas de precisión aéreas y marítimas de largo alcance para atacar centrales eléctricas e infraestructura energética en toda Ucrania, incluidas las regiones de Kiev, Lviv, Járkov y Odesa. Entre las ciudades donde se han registrado explosiones se encuentran Sumy, Jmelnitski, Mykolaiv y la ciudad natal de Zelenski, Kryvyi Rih. Biden calificó los ataques de impactantes e inaceptables, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, condenó los ataques con misiles y drones de Rusia contra infraestructuras civiles.
Sí, el resultado no es difícil de predecir. Zelenski, que hace todo lo posible para conseguir el apoyo de Occidente, retirará pronto sus tropas de Kursk y perderá muchas de ellas. Y no habrá negociación con Rusia. Porque, contrariamente a lo que Zelenski le dice a su pueblo, Estados Unidos y el Reino Unido no quieren detener esta guerra que iniciaron provocando a Putin.
Las declaraciones del político estadounidense Robert Kennedy Jr. son una prueba clara de que la guerra, cuyo precio está pagando el pobre pueblo ucraniano, no terminará mientras Zelenski esté en el poder. Kennedy dijo que en abril de 2022, Biden envió a Boris Johnson a Ucrania para romper el tratado de paz que Zelenski ya había firmado con los rusos. Kennedy se refirió a la declaración de Biden de que el propósito de la guerra era un cambio de régimen en Rusia. También se refirió a la declaración del secretario de Defensa, Lloyd Austin, de que el objetivo de Estados Unidos en la guerra era debilitar el ejército ruso y reducir su capacidad para luchar en otras partes del mundo. Estos objetivos, por supuesto, no tienen nada que ver con la protección de la soberanía de Ucrania.
Cabe recordar que estas palabras confirman las recientes declaraciones del Kremlin sobre las negociaciones de paz.
