La violencia israelí en la Cisjordania ocupada continuó el domingo mientras sus tropas encontraron los cuerpos de seis cautivos en la Franja de Gaza.
Las fuerzas de Tel Aviv y los grupos de resistencia palestinos se enfrentaron en Cisjordania, cinco días después de las mayores incursiones israelíes coordinadas en años.
Un presunto ataque con disparos cerca del puesto de control de Tarqumiya, en la zona de Hebrón, en el sur de Cisjordania, mató a tres personas el domingo, según informó el servicio médico de emergencia de Israel. La fuerza policial indicó más tarde que todos eran agentes.
En el norte de Cisjordania, un fotógrafo de la AFP vio excavadoras israelíes en el centro de la ciudad de Jenin, un día después de que un funcionario local dijera que los soldados habían destruido la mayoría de las calles, mientras que se había cortado la electricidad y el agua en el adyacente campo de refugiados de Jenin.
Al menos 22 palestinos, incluidos 14 reivindicados por grupos de resistencia, han sido asesinados por el ejército israelí desde el miércoles en redadas simultáneas en varias ciudades del norte de Cisjordania.
El ejército de Israel dijo que un soldado de 20 años fue asesinado el sábado.
Gran Bretaña, Francia y España han expresado su preocupación por la operación de Israel en Cisjordania.
El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, afirmó que “Israel es el único responsable de la peligrosa escalada” e instó a poner fin a “su sangrienta agresión contra Cisjordania ocupada”.
Naciones Unidas dijo el miércoles que al menos 637 palestinos habían sido asesinados en el territorio por tropas o colonos israelíes desde que comenzó la guerra de Gaza.
Al menos 23 israelíes, incluidos soldados, han muerto en ataques palestinos o durante operaciones del ejército durante el mismo período, según cifras oficiales israelíes.
Cuerpos recuperados
Un comunicado militar dijo que los restos de seis rehenes fueron recuperados el sábado “de un túnel subterráneo en el área de Rafah” en el sur de Gaza y fueron identificados formalmente en Israel.
Los detenidos fueron identificados como Carmel Gat, quien fue secuestrado en una comunidad de kibutz cerca de la frontera de Gaza, y Hersh Goldberg-Polin, Eden Yerushalmi, Almog Sarusi, Ori Danino y Alexander Lobanov, de doble nacionalidad ruso-israelí, quienes fueron secuestrados por miembros de la resistencia palestina en el lugar de una fiesta rave, confirmó el portavoz militar Daniel Hagari.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuya administración ha brindado apoyo incondicional a Israel y al mismo tiempo ha participado en los esfuerzos de mediación para una tregua y un acuerdo de liberación de rehenes, dijo que “todavía estaba optimista” de que se pudiera alcanzar un acuerdo.
“Es hora de que esta guerra termine”, dijo Biden a los periodistas y en un comunicado dijo que estaba “devastado e indignado” por la muerte de los seis rehenes, incluida la estadounidense-israelí Goldberg-Polin.
Los seis estaban entre los 251 rehenes capturados durante la incursión de Hamas del 7 de octubre que desencadenó el conflicto en curso, 97 de los cuales siguen cautivos en Gaza, incluidos 33 que el ejército israelí dice que están muertos. Decenas de ellos fueron liberados durante una tregua negociada de una semana en noviembre.
‘Retrasos y excusas’
El grupo de campaña Hostages and Missing Families Forum dijo que se necesitaba urgentemente un “acuerdo negociado para el regreso de los rehenes”.
“Si no hubiera sido por los retrasos, los sabotajes y las excusas” durante meses de esfuerzos de mediación, los seis rehenes “probablemente todavía estarían vivos”.
Los críticos en Israel han acusado al primer ministro Benjamin Netanyahu de prolongar la guerra para obtener beneficios políticos.
El alto funcionario de Hamas, Izzat Rishq, sin dar más detalles sobre las circunstancias de la muerte de los seis rehenes, culpó a la “ocupación israelí… que continúa su guerra genocida” y “huye de un acuerdo de alto el fuego”.
Netanyahu dijo que los líderes de Hamas eran los que “matan rehenes y no quieren un acuerdo”, y prometió “ajustar cuentas” con ellos.
La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, candidata demócrata en las próximas elecciones para reemplazar a Biden, culpó a Hamas por la muerte de Goldberg-Polin.
Harris dijo en una declaración que el grupo palestino tiene “sangre estadounidense en sus manos” y que la “amenaza que representa para el pueblo de Israel… debe ser eliminada”.
La incursión del 7 de octubre provocó la muerte de 1.205 personas, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
En comparación, la guerra geocida de Israel contra Gaza ha matado al menos a 40.691 personas, según el Ministerio de Salud del territorio. La oficina de derechos humanos de la ONU afirma que la mayoría de los muertos son mujeres y niños.
Los combates han devastado Gaza, han obligado a desplazarse repetidamente a la mayoría de sus 2,4 millones de habitantes y han desencadenado una crisis humanitaria. Los servicios de agua, saneamiento e instalaciones médicas han quedado destruidos, lo que ha contribuido a la propagación de enfermedades prevenibles.
