Querida Abby: Estoy cansada de ser el proyecto de las chicas solteras y atractivas.

QUERIDA ABBY:No soy, y nunca seré, una mujer atractiva.

Acepto esto y me siento bien con el hecho de que los hombres no me encuentren atractiva.

Mi problema es que mis amigos quieren tener citas con chicas solteras y atractivas. Todas son muy atractivas. Cuando intentan presentarme a un hombre, el hombre obviamente no tiene interés y se siente incómodo.

¿Cómo les digo educadamente a mis amigas que dejen de intentar ser mis compañeras de ala? No tengo ningún problema en observarlas desde la barrera.

— NO HAY REINAS DE BELLEZA EN COLORADO

QUERIDA NO BELLEZA: Estoy segura de que tus amigas tienen buenas intenciones y me entristece que hayas sufrido el rechazo que has recibido. Vivimos en una sociedad visual y, por desgracia, no todo el mundo está dispuesto a mirar más allá de la superficie.

No creo que debas renunciar a la idea de conocer a alguien especial, pero es posible que eso no suceda a través de estos eventos para chicas solteras y atractivas.

Dile a tus amigas que ya no quieres que te presenten de esa manera y por qué. Aunque algunas personas conocen a su media naranja en un bar, otras necesitan hacerlo de otra manera.

Si tus amigos saben que sus intentos de jugar a Cupido han causado más dolor que placer, estoy seguro de que comprenderán por qué te parece bien “observarlos desde la barrera”.

QUERIDA ABBY:Un matrimonio que conocimos hace seis años tenía una casa de vacaciones cerca de la nuestra. Nos hicimos amigos y solíamos cenar y tomar algo juntos y pasar el rato haciendo diversas actividades divertidas.

Una vez que falleció su marido, quedamos sólo los tres.

Cuando no estoy en la zona de nuestra casa de vacaciones y mi marido sí, él piensa que aún es apropiado hacer cosas con esta mujer, solo los dos. Me incluye en los planes, pero si no estoy dispuesta a conducir tres horas (yo trabajo, él está jubilado), salen solos, aunque él siempre me pregunta si está bien. No me siento cómoda diciéndole: “No. Quédate en casa sola, como yo”.

No confío en él, ni tampoco confío en ella, porque no tenemos mucho en común, como educación o aficiones. No somos grandes amigos, aunque ella es amable y de buen corazón.

Siento mucha rabia y resentimiento hacia mi marido y hacia ella por comportarse de esta manera. Él sigue insistiendo en que esto es una amistad platónica y nada más.

He dicho incontables veces que deberíamos divorciarnos si ella es alguien con quien él quiere estar. Él insiste en que es no Su intención, y no quiere divorciarse de mí y estar con ella.

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