Miles de manifestantes protestaron el martes en ciudades del centro de Israel, incluida Tel Aviv, para exigir un acuerdo de intercambio de rehenes con el grupo de resistencia palestino, Hamás, según el periódico Yedioth Ahronoth.
Los manifestantes bloquearon la calle Begin en Tel Aviv y corearon lemas: “Quien los abandonó (a los rehenes) debería traerlos de vuelta” y “Netanyahu los abandonó y no es apto para gobernar”, así como “Los queremos vivos, no en ataúdes”.
Se produjeron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Begin Road, y la policía arrestó a varios manifestantes, informó el periódico.
Otra gran manifestación tuvo lugar en Rehovot, cerca de Tel Aviv, donde unas 1.000 personas se congregaron para apoyar a la familia de Nimrod Cohen, un soldado que se encuentra cautivo en la Franja de Gaza. Los manifestantes exigieron su liberación.
Cientos de personas se reunieron en Herzliya cerca de la casa del miembro del Knesset Yuli Edelstein, quien preside el Comité de Seguridad y Defensa del Knesset.
Los manifestantes también se reunieron en el cruce de Ra’anana en la Ruta 4, donde los conductores se detuvieron para mostrar solidaridad, según Yedioth Ahronoth.
Las protestas se intensificaron tras el anuncio del ejército israelí sobre la recuperación de seis prisioneros muertos en Gaza. Israel fue escenario de protestas masivas en las que se culpó al gobierno por no haberlos devuelto con vida a través de un acuerdo de intercambio de prisioneros con facciones palestinas.
Israel estima que más de 100 rehenes están retenidos por Hamás en Gaza, algunos de los cuales se cree que ya han sido asesinados.
Estados Unidos, Qatar y Egipto llevan meses intentando alcanzar un acuerdo entre Israel y Hamás para garantizar un intercambio de prisioneros y un alto el fuego y permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Pero los esfuerzos de mediación se han estancado debido a la negativa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a cumplir las exigencias de Hamás de detener la guerra.
Israel ha continuado su brutal ofensiva contra Gaza tras el ataque del 7 de octubre por parte de Hamás, a pesar de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un alto el fuego inmediato.
El ataque ha causado más de 40.800 muertos palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y casi 94.300 heridos, según las autoridades sanitarias locales.
El actual bloqueo de Gaza ha provocado una grave escasez de alimentos, agua potable y medicinas, dejando gran parte de la región en ruinas.
Israel enfrenta acusaciones de genocidio en la Corte Internacional de Justicia, que ordenó el cese de las operaciones militares en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, donde más de un millón de palestinos habían buscado refugio antes de que la zona fuera invadida el 6 de mayo.
