La agencia de calificación crediticia Fitch mejoró el viernes la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera a largo plazo de Turquía a BB- desde B+.
Fitch dijo que la mejora refleja los factores clave de la calificación y sus pesos relativos, incluidos los amortiguadores externos mejorados, los pasivos cambiarios contingentes reducidos, así como la expectativa de una combinación de políticas consistente, una inflación menor, pero aún elevada, déficits de cuenta corriente más bajos y más.
Se espera que la inflación en Turquía termine el año en 43%, lo que resultará en una inflación promedio de 59,5% para 2024, según Fitch.
La agencia pronosticó que la inflación promediará el 31% el próximo año y el 21% a fines de 2025.
“Dado el nivel de inflación aún elevado proyectado, la flexibilización prematura de la política monetaria o el abandono de la dirección actual de la política, que no es nuestro escenario base, podría reavivar las presiones inflacionarias y, en consecuencia, los riesgos para la estabilidad macrofinanciera y la balanza de pagos”, dijo en un comunicado.
Fitch elevó la calificación de Turquía a “B+” desde “B” a principios de marzo y revisó su perspectiva a positiva desde estable diciendo que la medida “refleja una mayor confianza en la durabilidad y eficacia” de las políticas implementadas desde el giro después de las elecciones de mayo del año pasado, incluyendo una concentración mayor de lo esperado de la política monetaria, para reducir las vulnerabilidades macroeconómicas y externas.
