Turquía modifica previsiones para intentar equilibrar crecimiento e inflación

El gobierno turco revisó el jueves sus expectativas de inflación y crecimiento y presentó una hoja de ruta actualizada a mediano plazo que ofrece una perspectiva de tres años sobre la política macroeconómica y datos económicos clave, incluidas las cifras de presupuesto y desempleo.

El vicepresidente Cevdet Yılmaz realizó una presentación exhaustiva en la capital, Ankara, revelando los detalles y nuevos pronósticos, expresando que el programa de mediano plazo (MTP) establece el marco y los objetivos de la política macroeconómica, así como las áreas prioritarias de reforma y el calendario.

“En este contexto, las políticas y reformas determinadas para garantizar la estabilidad económica y apoyar el crecimiento sostenible constituirán la hoja de ruta de nuestra economía en el próximo trienio”, afirmó Yılmaz.

El programa de mediano plazo, presentado por primera vez en septiembre pasado, se centra en reformas estructurales que permitan controlar la inflación persistente y, al mismo tiempo, garantizar un crecimiento sostenible.

Al presentar la hoja de ruta política para 2025-2027, Yılmaz dijo que el gobierno turco proyectó un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 3,5% este año, una revisión a la baja de 0,5 puntos porcentuales debido a las crecientes tensiones geopolíticas en la región.

“El crecimiento del año pasado fue del 5,1%, según los datos revisados ​​de TurkStat (Instituto Turco de Estadística). Debido al aumento de los riesgos geopolíticos en la región, revisamos las expectativas de crecimiento de este año al 3,5% desde el 4% que anunciamos el año pasado”, dijo Yılmaz.

También anunció que esperan que la economía crezca un 4% en 2025 y un 4,5% en 2026, lo que supone una ligera reducción respecto de las expectativas del año pasado, que eran del 4,5% y del 5,0%. Se prevé que el crecimiento aumente hasta el 5,0% en 2027.

Los datos del lunes mostraron que la economía de Turquía se expandió a un ritmo más lento de lo esperado en el segundo trimestre, debilitándose ante una campaña de ajuste monetario que duró un año, pero la tasa de crecimiento trimestral sorprendió a los analistas al mantenerse positiva. La economía creció un 2,5% anual en el período abril-junio.

Al iniciar su discurso, el vicepresidente destacó el enfoque inclusivo en la elaboración de las actualizaciones del programa, al tiempo que recordó el camino recorrido desde el anuncio inicial del programa el otoño pasado.

El gobierno dio a conocer el MTP poco después de las elecciones presidenciales y parlamentarias del año pasado y de un cambio en la política económica que vio al banco central turco elevar su tasa de referencia del 8,5% en junio de 2023 al 50% en marzo de este año en un intento por contener la inflación.

La tasa de inflación anual se desaceleró al 51,97% en agosto, mostraron datos oficiales a principios de esta semana, lo que genera señales de alivio en medio de las expectativas de que la tendencia continúe en los próximos meses, que fueron compartidas por Yılmaz el jueves, a pesar de la revisión de las cifras.

Yılmaz señaló que el objetivo principal del programa a mediano plazo es reducir gradualmente la inflación a un solo dígito, aumentar el crecimiento, la inversión, el empleo, la producción y las exportaciones y distribuir el ingreso de manera justa entre todos los segmentos de la sociedad.

Entre sus comentarios, dijo que las reservas internacionales brutas habían aumentado de 98.500 millones de dólares el 26 de mayo del año pasado a 150.400 millones de dólares el 23 de agosto de este año.

“Cuando evaluamos el último año en el marco del PMP que implementamos en septiembre pasado, las predicciones y metas en los indicadores macroeconómicos básicos se han cumplido en gran medida”, dijo, y agregó que esperan que el proceso de desinflación iniciado en junio continúe en septiembre y más allá.

Además, indicó una disminución de 23,5 puntos en la tasa de inflación en comparación con junio.

Proceso de desinflación

Dijo que la caída de la inflación anual al 52% en agosto mostró que el proceso de desinflación había comenzado a tener efecto.

“Esperamos que esta tendencia continúe en septiembre y más allá”, añadió. Anteriormente, los funcionarios habían dicho que anticipaban una caída por debajo del 50% en la lectura en septiembre.

Sin embargo, el gobierno revisó las expectativas de inflación al 41,5% para este año, al 17,5% para 2025 y al 9,7% en 2026, dijo Yılmaz. Se espera que la inflación caiga al 7% en 2027.

El vicepresidente en su intervención recordó que se identificaron tres periodos en la lucha contra la inflación, destacando que luego del periodo transitorio se inicia el periodo de desinflación. La proyección anterior para la inflación de este año era de 33% y de 15,2% para 2025.

Mientras tanto, el ministro de Hacienda y Finanzas, Mehmet Şimşek, también destacó la importancia de reducir la inflación a un solo dígito.

“A corto plazo, nuestra principal prioridad es la desinflación y la estabilidad de precios. La desinflación a corto plazo puede tener efectos negativos sobre el crecimiento, pero esto es temporal”, afirmó Şimşek.

“Para un crecimiento permanente del bienestar y un crecimiento alto y sostenible, debemos absolutamente reducir la inflación a un dígito bajo y garantizar la estabilidad de precios”, dijo al responder a las preguntas de los periodistas.

“Porque sólo en un entorno de baja inflación el acceso al financiamiento es más fácil, la economía del país es más predecible y el ambiente de inversión es más favorable”.

Además, Yılmaz se refirió a otros indicadores clave, incluida la relación entre el déficit de cuenta corriente y el ingreso nacional, explicando que esta cifra se redujo al 4% en diciembre del año pasado y el año se cerró con un déficit de cuenta corriente de 45 mil millones de dólares.

Indicó que a partir de junio de 2024, el déficit en cuenta corriente seguirá disminuyendo, cayendo al 2,2% del ingreso nacional y alcanzando los 24.800 millones de dólares.

Se proyecta que la relación entre el déficit de cuenta corriente y el PIB de Turquía disminuya aún más durante el período del programa, hasta el 1,7% este año, el 2% el próximo año, el 1,6% en 2026 y el 1,3% en 2027.

“Esta disminución muestra la mejora de la balanza comercial exterior debido a las medidas adoptadas y las reformas económicas implementadas en la segunda mitad del año. Así, vemos que la necesidad de financiación externa de la economía turca ha disminuido y la mejora de la balanza comercial exterior continúa”, subrayó.

Además, Yılmaz enfatizó que la tasa de desempleo, que fue del 9,7% en el segundo trimestre del año pasado, disminuyó al 8,8% en el segundo trimestre de este año, lo que dijo fue el resultado del aumento del empleo y la fortaleza económica general, demostrando la efectividad de las políticas económicas implementadas.

En consecuencia, se prevé que la tasa de desempleo se sitúe en el 9,3% este año, cifra revisada a la baja desde el 10,3%, señaló. Se prevé que la tasa se sitúe en el 9,6% en 2025 y en el 9,2% en 2026, antes de caer al 8,8% en 2027.

Al mismo tiempo, el vicepresidente destacó el aumento de los depósitos en liras turcas y la caída sustancial del volumen de cuentas protegidas contra cambios en divisas, que las autoridades comenzaron a reducir el año pasado como parte de nuevas políticas.

Al afirmar que la participación de los depósitos en liras turcas en los depósitos totales era del 39% en enero del año pasado, Yılmaz informó que esta tasa aumentó a aproximadamente el 54% en agosto de este año.

El nuevo programa también revisó la previsión de déficit presupuestario para el próximo año al 3,1% del PIB, por debajo del 3,4% anterior. Para este año, prevé un déficit del 4,9%.

El vicepresidente insinuó recientemente que el déficit para este año estaría por debajo del 5%, muy por debajo del objetivo del 6,4% previsto en el presupuesto de este año.

El jueves, señaló que a pesar del continuo gasto relacionado con el terremoto, se observó una rápida recuperación de los saldos presupuestarios gracias a las medidas adoptadas para fortalecer la disciplina fiscal.

El presupuesto del país se ha visto afectado por el gasto posterior a los masivos terremotos que sacudieron el sureste del país en febrero del año pasado, matando al menos a 53.000 personas y causando enormes daños a la infraestructura.

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