La UE obtiene una “gran victoria” en dos importantes casos contra Apple y Google

El máximo tribunal de la UE entregó el martes dos importantes victorias en la batalla del bloque para controlar a los gigantes tecnológicos al fallar contra Apple y Google en sagas legales separadas con miles de millones de euros en juego.

Las decisiones suponen un impulso para la jefa de competencia saliente del bloque, Margrethe Vestager, que había sufrido una serie de reveses en los tribunales de la UE contra sus decisiones.

Concluyendo una larga batalla legal, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que el fabricante del iPhone debe pagar 13.000 millones de euros (14.300 millones de dólares) en impuestos atrasados ​​a Irlanda.

“El Tribunal de Justicia dicta sentencia definitiva en el asunto y confirma la decisión de la Comisión Europea de 2016: Irlanda concedió a Apple una ayuda ilegal que Irlanda debe recuperar”, afirmó el tribunal en un comunicado.

Minutos después, el tribunal también confirmó una multa de 2.400 millones de euros contra Google, uno de una serie de casos de competencia de alto perfil de la UE dirigidos contra el gigante tecnológico.

El tribunal desestimó una apelación de Google y su empresa matriz, Alphabet, contra la multa impuesta al motor de búsqueda en 2017 por abusar de su posición dominante al favorecer su propio servicio de comparación de compras.

Vestager calificó los fallos como una “gran victoria para los ciudadanos europeos y para la justicia fiscal” y advirtió que la UE “seguirá presionando” y “persiguiendo” los abusos de dominio.

Apple y Google dijeron que estaban “decepcionados” por las decisiones.

Irlanda, donde se encuentra la sede de Apple en la UE y que había cuestionado la posición de Bruselas, dijo que “respetaría” las conclusiones del tribunal.

El caso de Apple, una de las batallas legales más enconadas entre la Comisión Europea y las grandes tecnológicas, se remonta a 2016, cuando el brazo ejecutivo de la UE afirmó que Irlanda permitió al fabricante del iPhone evitar miles de millones de euros en impuestos.

Según los cálculos de la Comisión, Dublín permitió a Apple pagar una tasa impositiva del 1% de sus beneficios europeos en 2003, que luego se redujo al 0,005% en 2014.

Acuerdos fiscales para los más favorecidos

Fue una de varias investigaciones realizadas durante la década anterior sobre acuerdos fiscales favorables entre grandes empresas y varios países de la UE.

Pero Apple dijo el martes que no había ningún “acuerdo especial”.

“Siempre pagamos todos los impuestos que debemos dondequiera que operamos”, dijo la compañía en un comunicado.

“La Comisión Europea está intentando cambiar las reglas retroactivamente e ignorando que, como lo exige el derecho fiscal internacional, nuestros ingresos ya estaban sujetos a impuestos en Estados Unidos”, añadió.

El fallo es un duro golpe para Apple, ya que el fabricante del iPhone había ganado el caso de Irlanda en 2020, cuando el Tribunal General de la UE anuló la orden de pagar los impuestos adeudados.

Tras una apelación de Bruselas, el asesor jurídico del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea recomendó en noviembre eliminar la decisión de 2020, afirmando que estaba plagada de errores jurídicos.

El tribunal superior, que podría haber devuelto el caso al tribunal inferior, decidió dictaminar que Apple debía pagar los impuestos atrasados.

La conclusión del caso supuso un alivio para Bruselas, que había enfrentado dificultades para defender sus medidas de cumplimiento fiscal en los últimos años, con casos anteriores perdidos contra Amazon y Starbucks.

Vestager admitió que estaba “positivamente sorprendida” por la decisión, pero advirtió: “Aún existe la posibilidad de que se produzcan transferencias masivas de beneficios hacia territorios con impuestos bajos”.

Será reemplazada a finales de este año, cuando la nueva Comisión Europea tome posesión del cargo, y aconsejó a su sucesor que “haga de ésta una de las muchas prioridades necesarias”.

El endurecimiento de las reglas por parte de Google

La multa de la UE contra Google fue una de varias sanciones récord impuestas por violar las normas de competencia de la UE, por un total de alrededor de 8.000 millones de euros entre 2017 y 2019.

“Estamos decepcionados con la decisión del tribunal”, dijo Google. “Realizamos cambios en 2017 para cumplir con la decisión de la Comisión Europea”.

Google se enfrentará a otra prueba la próxima semana, cuando el Tribunal Supremo de la UE decida sobre la más pequeña de esas multas, por un valor de alrededor de 1.490 millones de euros.

Los dolores de cabeza legales para Google también están aumentando al otro lado del Atlántico.

El lunes comenzó en Estados Unidos un juicio en el que el gobierno acusa a Google de dominar la publicidad online y sofocar la competencia.

Esto ocurre después de que un juez estadounidense dictaminara el mes pasado que Google mantenía un monopolio con su motor de búsqueda.

La llamada tecnología publicitaria de Google (el sistema que decide qué anuncios en línea ve la gente y cuánto cuestan) es un área de particular preocupación para los reguladores de todo el mundo.

El año pasado, Bruselas, en un informe preliminar, acusó a Google de abusar de su dominio del mercado de publicidad en línea y recomendó a la compañía estadounidense que vendiera parte de sus servicios publicitarios para garantizar una competencia justa.

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