Lo que ha hecho que el equipo de este año sea excepcional es la forma física, la química y la cohesión.
Por más productiva que sea Reese, no elevó a su equipo, que está luchando por mantenerse en el octavo lugar en una liga de 12 equipos.
Las jugadoras que Reeve decidió adquirir (Courtney Williams y Alanna Smith en la temporada baja, Myisha Hines-Allen durante la temporada) han sido vitales para la mejora de las Lynx. Juegan de la manera que Reeve quiere que lo hagan las jugadoras, haciendo hincapié en el movimiento del balón, el desinterés y la conexión defensiva.
Williams es el base que Reeve ha estado buscando desde que Lindsay Whalen se retiró. Smith es un jugador “grande” versátil que protege el aro y, como Collier, puede defender en toda la cancha.
Hines-Allen jugó en un equipo campeón de Washington. Tuvo un impacto inmediato con las Lynx. ¿Ha descubierto por qué Minnesota está ganando?
Hines-Allen dijo que las Lynx “juegan unas por otras”, se comunican bien y pasan tiempo juntas fuera de la cancha. “Muchas veces, cuando estás siempre juntas, quieres ir a tu habitación y estar sola”, dijo. “No es así con este equipo. Pasamos tiempo juntas y construimos esa química y eso se traduce en la cancha”.
