Se espera que el presidente Recep Tayyip Erdoğan se reúna con los principales líderes empresariales de Estados Unidos en Nueva York este mes, según un informe y un alto funcionario, mientras Turquía busca presentar su renovada estrategia económica para atraer inversores.
Erdoğan y un equipo de funcionarios clave asistirán a una serie de eventos destinados a involucrar a inversores y ejecutivos corporativos, informó el Financial Times el viernes.
Las reuniones coincidirán con la Asamblea General de las Naciones Unidas en la última semana de septiembre.
El presidente del Consejo de Relaciones Económicas Exteriores (DEIK), Nail Olpak, confirmó el jueves dichos planes, diciendo que organizarán una conferencia de inversiones entre el 23 y el 25 de septiembre.
El Consejo Empresarial Turquía-EE.UU. (TAIK), dependiente del DEIK, junto con otros familiarizados con los planes, confirmaron al menos cuatro de esos eventos a FT.
Turquía ha estado implementando una política monetaria y fiscal estricta desde el año pasado, después de revertir años de políticas de flexibilización para enfrentar la creciente inflación.
La inflación anual cayó por debajo del 52% en agosto, en comparación con su pico del 75% en mayo. Se espera que la fuerte caída continúe en los próximos meses a medida que la campaña de ajuste genere un alivio de los precios.
El Banco Central de la República de Turquía (CBRT) ha aumentado las tasas de interés en 4.150 puntos básicos desde junio del año pasado, hasta el 50%, y ha mantenido que mantendrá su política monetaria estricta hasta que la inflación se alinee con sus objetivos.
Para frenar el aumento de las tasas, las autoridades también han ajustado las regulaciones para endurecer las condiciones crediticias, y el gobierno ha adoptado algunas medidas de ajuste fiscal destinadas a ayudar a aliviar el déficit de cuenta corriente y reconstruir las reservas.
El banco central prevé que la inflación se desacelere al 38% a fines de este año y al 14% el próximo, y que disminuya aún más al 9% a fines de 2026.
En su programa económico de mediano plazo publicado la semana pasada, el gobierno proyectó que la inflación caería al 41,5% en 2024, al 17,5% en 2025 y al 9,7% en 2026.
El 23 de septiembre, Erdoğan dirigirá una mesa redonda con ejecutivos de 20 compañías estadounidenses de Fortune 100, incluidas figuras importantes de las firmas de Wall Street JPMorgan y Goldman Sachs, citó el FT a una fuente familiarizada con los planes.
Goldman Sachs tiene previsto organizar una conferencia sobre inversiones turcas al día siguiente en su sede de Manhattan, en la que intervendrán el ministro del Tesoro y Finanzas, Mehmet Şimşek, y el gobernador del Banco Central de la República de Turquía (CBRT), Fatih Karahan.
También se espera que las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Estambul (BIST) interactúen con los inversores al margen del evento.
Además, el ministro de Energía y Recursos Naturales, Alparslan Bayraktar, y el ministro de Industria y Tecnología, Mehmet Fatih Kacır, mantendrán reuniones organizadas por TAIK y Citigroup.
Los efectos del cambio de política han sido reconocidos por los inversores extranjeros, que han regresado en masa a Turquía durante el último año, así como por las agencias de calificación crediticia, que han mejorado sus evaluaciones del país.
Hace una semana, Fitch mejoró la calificación de Turquía por segunda vez este año. Revisó la calificación de incumplimiento emisor en moneda extranjera a largo plazo del país de “B+” a “BB-“, citando una política fiscal mejorada y mejores amortiguadores externos.
Fitch también cambió su perspectiva de “positiva” a “estable”.
En julio, la agencia de calificación Moody’s mejoró la calificación de Turquía a “B1” desde “B3”, citando mejoras en la gobernanza y la postura más estricta sobre la política monetaria.
En mayo, la agencia de calificación crediticia S&P también mejoró la calificación de Turquía de “B” a “B+”, afirmando que la coordinación entre la política monetaria, fiscal y de ingresos mejorará en medio del reequilibrio externo.
