El jefe de Hamás, Yahya Sinwar, dijo el lunes 16 de septiembre que el grupo palestino tenía los recursos para sostener su lucha contra Israel, con el apoyo de los aliados regionales respaldados por Irán, casi un año después del inicio de la guerra en Gaza. Sinwar, que el mes pasado reemplazó al asesinado líder de Hamás, Ismail Haniyeh, dijo en una carta a los aliados yemeníes del grupo que “nos hemos preparado para librar una larga guerra de desgaste”.
Los combates mortales continuaron en la asediada Franja de Gaza, donde médicos y rescatistas dijeron el lunes que los ataques israelíes –sobre los cuales el ejército no ha hecho comentarios– mataron al menos a dos docenas de personas. Los últimos ataques se produjeron mientras el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advertía de que las perspectivas de un cese de los combates con los militantes de Hezbolá en el Líbano se estaban debilitando, lo que volvió a suscitar temores de una conflagración regional más amplia.
La semana pasada, Gallant dijo que Hamás, cuyo ataque del 7 de octubre desencadenó la guerra, “ya no existe” como formación militar en Gaza. Sinwar, en su carta a los hutíes de Yemen, amenazó con que los grupos alineados con Irán en Gaza y en otras partes de la región “quebrarían la voluntad política del enemigo” después de más de 11 meses de guerra.
“Nuestros esfuerzos combinados con ustedes” y con grupos en Líbano e Irak “quebrarán a este enemigo y le infligirán una derrota”, dijo Sinwar.
Tras meses de mediación para lograr un elusivo acuerdo de tregua en Gaza, Estados Unidos está trabajando “rápidamente” en una nueva propuesta para salvar las diferencias que aún existen entre Israel y Hamás, dijo el portavoz del Departamento de Estado Matthew Miller. “Seguimos trabajando con nuestros socios en la región”, incluidos los mediadores Qatar y Egipto, para lograr “una propuesta que permita a las partes llegar a un acuerdo definitivo”.
Señaló que la exigencia de Israel de mantener tropas en la frontera entre Gaza y Egipto y los detalles sobre la liberación de los cautivos seguían siendo los principales puntos de conflicto.
Golpes mortales
El ataque del 7 de octubre contra el sur de Israel que desencadenó la guerra causó la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes. Los militantes también tomaron 251 rehenes, 97 de los cuales siguen retenidos en Gaza, incluidos 33 que, según el ejército israelí, están muertos. La ofensiva militar de represalia de Israel ha matado al menos a 41.226 personas en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás, que no proporciona un desglose de las muertes de civiles y militantes.
En el centro de Gaza, los supervivientes revisaban los escombros el lunes tras un ataque al campo de refugiados de Nuseirat. Diez personas murieron y 15 resultaron heridas cuando un ataque aéreo alcanzó la casa de la familia Al-Qassas en Nuseirat, dijo un médico del hospital Al-Awda, a donde fueron trasladados los cadáveres. “Mi casa fue atacada mientras dormíamos sin previo aviso”, dijo el superviviente Rashed al-Qassas.
La defensa civil de Gaza dijo que seis palestinos murieron en un ataque en la ciudad de Gaza, y los servicios de emergencia informaron más tarde de seis muertes más en las zonas del centro y norte. La guerra de Gaza ha involucrado a aliados de Hamás respaldados por Irán en todo Oriente Medio, incluido Hezbolá en el Líbano y los hutíes, cuyos ataques marítimos han interrumpido el transporte marítimo mundial a través de vías fluviales vitales frente a Yemen.
El domingo, los rebeldes reivindicaron un raro ataque con misiles en el centro de Israel que no causó víctimas, lo que llevó al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a advertir que pagarían “un alto precio por cualquier intento de hacernos daño”.
‘Nuestras operaciones continuarán’
En un discurso televisado, el líder rebelde Abdul Malik al-Huthi dijo: “Nuestras operaciones continuarán mientras continúe la agresión y el asedio a Gaza”.
Servicio de socios
Aprende francés con Gymglish
Gracias a una lección diaria, una historia original y una corrección personalizada, en 15 minutos al día.
Pruébelo gratis
Las tensiones han aumentado a lo largo de la frontera norte de Israel con el Líbano, en medio de temores de que los intercambios de fuego regulares entre las fuerzas israelíes y el aliado de Hamás, Hezbolá, durante la guerra puedan estallar en una guerra total. El lunes, Hezbolá se atribuyó “docenas” de ataques contra posiciones israelíes, y el ejército israelí dijo que había atacado objetivos “terroristas” en el Líbano.
“La posibilidad de un acuerdo se está agotando a medida que Hezbolá sigue vinculándose a Hamás”, dijo Gallant al enviado estadounidense de visita, Amos Hochstein, según un comunicado del Ministerio de Defensa. Netanyahu dijo más tarde a Hochstein que busca un “cambio fundamental” en la situación de seguridad en la frontera norte de Israel.
“Hace tiempo que dejamos claro que creemos que una solución diplomática es la manera correcta, la única manera, de llevar la calma al norte de Israel y permitir que los ciudadanos israelíes regresen a sus hogares”, dijo Miller a los periodistas. Agregó que los funcionarios israelíes “siempre han dejado claro… que en última instancia preferirían una solución diplomática”.
El vicejefe de Hezbolá, Naim Qassem, dijo el sábado que su grupo “no tiene intención de ir a la guerra”, pero que si Israel “desata” una, “habrá grandes pérdidas en ambos bandos”. La violencia ha matado a cientos de personas, en su mayoría combatientes en el Líbano, y a decenas de civiles y soldados en el lado israelí.
Los medios de comunicación israelíes dijeron que Netanyahu estaba considerando despedir a Gallant, uno de los varios funcionarios que han estado en desacuerdo con él sobre la política de guerra. La oficina de Netanyahu negó las informaciones. El primer ministro se ha enfrentado a la creciente ira de los críticos y manifestantes que le acusan de no hacer lo suficiente para asegurar una tregua en Gaza y un acuerdo para la liberación de los rehenes.
Los manifestantes antigubernamentales tomaron las calles de Tel Aviv, el centro comercial de Israel, nuevamente el lunes después de los informes. El líder de la oposición israelí Yair Lapid, de visita en Washington, dijo que “necesitamos” un acuerdo sobre los rehenes. “Israel como nación no se recuperará a menos que los traigamos de regreso a casa”.
