En Gaziantep, sureste de Turquía, Ahmet Zihni Marangozoğlu, que ha dedicado medio siglo de su vida a restaurar y reparar objetos antiguos, está dando nueva vida a los artefactos y recuerdos históricos.
A sus 58 años, Marangozoğlu empezó como aprendiz en el negocio de restauración de antigüedades, que heredó de su padre, y se enamoró profundamente de los objetos antiguos y sus historias. Restaura piezas valiosas, que valen miles de liras, a su estado original, manteniendo su valor sentimental incalculable.
En su lugar de trabajo, situado en el histórico Yeni Han, cerca del castillo de Gaziantep, Marangozoğlu trabaja en diversas antigüedades de madera, incluidos gramófonos, antiguos relojes de mezquita y de pared, radios, televisores, camas y espejos.
Continúa con amor el oficio de reparación de antigüedades que aprendió de su padre, restaurando objetos que han sido testigos de diferentes épocas y se conservaron como recuerdos en los hogares.
Marangozoğlu, que se gana la vida reparando antigüedades en su tienda de 15 metros cuadrados, disfruta de continuar con el oficio de su padre. Recuerda que repara antigüedades de Gaziantep, de las provincias vecinas y de muchas otras ciudades de Turquía.
Devuelve aparatos centenarios a su estado original y resucita antigüedades olvidadas y apreciadas almacenadas en las casas de la gente, siendo la pieza más nueva en su taller de hace 70 años.
“Llevo años reparando antigüedades en Gaziantep”, explica Marangozoğlu. “Empecé a trabajar con mi padre como aprendiz a los 7 años. En este pequeño taller sigo la profesión de mi padre. Reparamos todo lo que nos llega en relación con antigüedades, como relojes, gramófonos, camas, armarios, radios y espejos. Damos nueva vida a objetos en desuso y desechados”.
Añadió: “Desde que tengo siete años me dedico a esta profesión. Aunque me dedico principalmente a reparar antigüedades de madera, desde hace diez años también trabajo con gramófonos. La reparación de antigüedades es la profesión de mi padre y me encanta hacerlo porque forma parte de mi vida desde la infancia. Aquí reparamos cualquier cosa antigua, especialmente relojes de mezquitas antiguas, y recuperamos recuerdos perdidos; ayudamos a la gente a recuperar la memoria”.
