Entonces ¿qué fue más impresionante?
¿Fue la forma en que las Lynx jugaron en los primeros tres cuartos de su victoria 88-79 ante el líder de la clasificación, Nueva York, el domingo? ¿La forma en que compartieron el balón, defendieron, encestaron? ¿Fueron las dos rachas de 9-0 en el primer cuarto solamente, el comienzo de 11-0 en el tercer cuarto que las puso arriba por 24 o el hecho de que llegaron a tener una ventaja de hasta 26?
¿O fue así como, con el techo del Barclays Center aparentemente derrumbándose sobre sus cabezas, con Breanna Stewart y las Liberty en una racha de 24-6 que las colocó a ocho, las Lynx nunca perdieron el juicio y no perdieron el juego?
¿Qué pasa si el motivo de ambos es el mismo?
“Parecía que estábamos perdiendo en el último cuarto”, dijo la estrella de Lynx, Napheesa Collier, a los periodistas en una llamada de Zoom posterior al partido. “¿Poder permanecer juntas, mantener una actitud positiva, apoyarnos mutuamente? Hemos tenido eso todo el año”.
Las cosas podrían haberse puesto muy difíciles, pero las Lynx (29-9) continuaron su racha en un partido que enfrentó a los dos mejores equipos de la liga, ambos con rachas de cinco victorias consecutivas. Cinco jugadores de las Lynx anotaron cifras dobles, el equipo obtuvo 26 asistencias en 25 tiros anotados. Las Lynx ganaron por decimotercera vez en 14 partidos.
“Hemos tenido momentos así esta temporada”, dijo Bridget Carleton, que acertó cinco de siete triples y lideró al equipo con 19 puntos. “Hemos construido una relación entre nosotras. Es inquebrantable”.
Durante tres cuartos, las Lynx lanzaron un 56%, acertaron ocho de 14 triples y mantuvieron a Nueva York por debajo del 39% en tiros mientras construían una ventaja de 24 puntos.
