Donald Trump culpó el lunes 16 de septiembre a su rival electoral Kamala Harris y al presidente estadounidense Joe Biden después de que fuera blanco de un segundo aparente intento de asesinato, diciendo que su “retórica” sobre que él pone en peligro la democracia es la culpable.
La rápida politización que hizo Trump del incidente del domingo, en el que un hombre supuestamente planeó dispararle al republicano mientras jugaba al golf en Florida, garantizó que las tensiones antes de las elecciones presidenciales que se celebrarán dentro de siete semanas seguirían en ebullición. Tanto Biden como Harris han denunciado el aparente intento de asesinato.
El sospechoso, identificado por la policía como Ryan Wesley Routh, de 58 años, fue arrestado poco después de ser visto escondido con un rifle de asalto en el borde del campo de golf de Trump en West Palm Beach. Los agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos abrieron fuego y el hombre huyó antes de entregarse sin oponer resistencia.
El lunes, Routh compareció ante el tribunal, donde le informaron que se le acusaba de posesión ilegal de armas de fuego. Parecía tranquilo y no habló, salvo para decir “sí” a las preguntas del juez. Se esperan más cargos en una fecha posterior, ya que el FBI está investigando lo que dijo “parece ser un intento de asesinato”. Según una denuncia penal del FBI, Routh parece haber pasado casi 12 horas en el perímetro del campo de golf de Trump, según los registros de teléfonos móviles.
El 13 de julio, el expresidente fue rozado por una bala en un ataque en un mitin en Pensilvania, en el que también murió un partidario entre la multitud antes de que el pistolero solitario fuera asesinado a tiros por los disparos de respuesta.
Trump, que no resultó herido en el incidente del domingo, dijo a Fox News Digital que la retórica de Biden y Harris “está provocando que me disparen, cuando soy yo quien va a salvar al país”. Trump, de 78 años, se refirió a los frecuentes comentarios de que representa una “amenaza para la democracia”.
Biden y Harris han descrito al expresidente como un peligro por su negativa a admitir la derrota ante Biden en 2020 y su campaña para clasificar a la turba de sus partidarios que irrumpió en el Congreso en 2021 como disidentes políticos.
Trump, cuyo principal mensaje electoral contra Harris se basa en oscuras advertencias sobre la “invasión” de inmigrantes y afirma que Estados Unidos es una “nación fallida” que sólo él puede salvar, dijo que sus oponentes “utilizan un lenguaje altamente incendiario”. “Yo también puedo usarlo, mucho mejor que ellos, pero no lo hago”, agregó.
En una publicación posterior en su red social Truth Social, Trump dijo que “las balas están volando y esto sólo empeorará”, antes de lanzar un ataque en mayúsculas contra los inmigrantes.
Escrutinio del Servicio Secreto
El lunes por la mañana, en la Casa Blanca, Biden había dicho a los periodistas: “Gracias a Dios que el presidente está bien”, pero el Servicio Secreto “necesita más ayuda”, dijo, “y creo que el Congreso debería responder a sus necesidades”.
El servicio de protección fue objeto de duras críticas tras el tiroteo en Butler, Pensilvania, en el que el tirador pudo subir a un tejado cercano con vistas a la manifestación.
Como candidato de un partido importante y expresidente, Trump cuenta con un equipo de seguridad considerable, pero más pequeño que el de un presidente en funciones. Esto significó que los guardaespaldas no pudieron acordonar todo el campo de golf, dijo el sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, explicando cómo el sospechoso pudo llegar a unos cientos de metros de Trump antes de ser interceptado.
Según los medios estadounidenses, el presunto atacante tiene un largo historial delictivo y estaba obsesionado con la causa ucraniana. Viajó a Ucrania con la excusa de que quería ser voluntario y de que estaba reclutando combatientes extranjeros para ayudar a repeler la invasión rusa. Sin embargo, no hay pruebas de que haya luchado allí o de que haya podido unirse al ejército ucraniano. Su presencia en las redes sociales indica una amplia variedad de afiliaciones políticas en su país.
Al condenar “cualquier forma de violencia política”, el portavoz de las Naciones Unidas, Stephane Dujarric, expresó el lunes su alivio “de que el ex presidente esté a salvo y de que las fuerzas del orden actuaron rápidamente”.
Miedo a una violencia más generalizada
La intensidad de las amenazas va en aumento a medida que la carrera presidencial estadounidense entra en sus últimas semanas y las encuestas siguen indicando un final ajustado el 5 de noviembre. El último giro se produce tras días de tensión en la ciudad de Springfield, en Ohio, como resultado de las teorías conspirativas alimentadas por Trump y su compañero de fórmula JD Vance sobre la comunidad inmigrante haitiana local.
Las escuelas y otras instituciones públicas han sido cerradas repetidamente desde el jueves tras recibir amenazas.
También hay preocupaciones más amplias de que Trump volverá a negarse a reconocer su derrota si pierde ante Harris, lo que avivaría una repetición de la violencia del 6 de enero de 2021, cuando sus partidarios irrumpieron en el Congreso para intentar detener la certificación de la victoria de Biden dos meses antes.
Trump aprovechó el incidente del domingo para pedir fondos para su campaña, publicando el lunes en las redes sociales: “¡LUCHA, LUCHA, LUCHA!” y “¡Dona hoy!”.
