Se espera que el principal acusado en un juicio por violación masiva que ha conmocionado a Francia regrese a la corte el martes 17 de septiembre, después de estar enfermo durante aproximadamente una semana, dijo su abogado.
Dominique Pelicot, un hombre de 71 años que está siendo juzgado desde el 2 de septiembre por violar y reclutar a desconocidos para violar a su esposa fuertemente sedada durante casi una década, estuvo ausente del juicio el lunes después de haber sido excusado durante la mayor parte de la semana pasada.
“Hemos recibido un mensaje del presidente del tribunal diciendo que Dominique Pelicot asistirá a la audiencia mañana, con condiciones de adaptación específicas, a saber, la secuencia de los testimonios e intervalos de descanso regulares”, dijo el lunes por la noche su abogada, Béatrice Zavarro.
El juez presidente había aplazado el jueves el juicio hasta el lunes, pero cuando llegó el día Pelicot no se presentó.
Zavarro había dicho a la AFP que Pelicot todavía no se encontraba lo suficientemente bien como para asistir a la audiencia, ya que sufría “un coágulo en la vejiga” y el comienzo de una infección renal. Tras una breve deliberación, el juez presidente Roger Arata suspendió el procedimiento hasta que se le realizara un examen médico.
Pelicot, que ha admitido los cargos que pesan contra él, aún no ha testificado en el juicio que se celebra en la ciudad de Avignon, en el sur de Francia. Está siendo juzgado junto a otros 50 hombres de entre 26 y 74 años –muchos de los cuales han negado la acusación de violación– por su presunta participación en un caso que ha horrorizado a Francia. La mayoría se arriesga a pasar hasta 20 años en prisión si son declarados culpables de violación con agravantes.
‘Usted no está solo’
Gisèle Pelicot, su exmujer, que descubrió los abusos en 2020 tras sufrir fallos de memoria, ha pedido que el juicio sea abierto al público para concienciar sobre el uso de drogas para cometer abusos sexuales.
Miles de personas salieron a las calles en varias ciudades francesas el fin de semana para exigir el fin de las violaciones y para apoyarla. “Todos somos Gisèle”, coreó una gran multitud en París. En la ciudad de Marsella, al sur del país, activistas colgaron una pancarta en el edificio de los tribunales de la ciudad pidiendo que los presuntos perpetradores, no las víctimas, se avergüencen.
El lunes, Gisèle Pelicot dio las gracias a los manifestantes: “Gracias a vosotros tengo la fuerza para seguir luchando hasta el final”, dijo. Dijo que lo hacía por “todas las personas, mujeres y hombres, en todo el mundo que son víctimas de violencia sexual”. “A todas esas víctimas, me gustaría decirles hoy: ‘Mirad a vuestro alrededor, no estáis solos'”.
