Una comparación deprimente entre Kamala Harris y Donald Trump

El próximo 5 de noviembre Estados Unidos celebrará elecciones y muchos observadores internos y externos llevan semanas debatiendo las posiciones políticas y los discursos de los dos candidatos, Donald Trump, por los republicanos, y Kamala Harris, por los demócratas. Al debatir las posibilidades, los observadores han tenido en cuenta muchos parámetros personales, nacionales e internacionales. Sin duda, las elecciones del 5 de noviembre serán muy interesantes. Aunque la carrera presidencial es un asunto interno de Estados Unidos, todos los gobiernos del mundo seguirán de cerca las elecciones presidenciales preguntándose quién será el próximo presidente de Estados Unidos, ya que todavía se considera el estado más poderoso y hegemónico del mundo.

Hay ciertos parámetros que hay que tener en cuenta al analizar las campañas electorales estadounidenses. Las personalidades de los dos candidatos son ampliamente discutidas en los medios de comunicación y en los círculos políticos. En primer lugar, es la primera vez que un candidato presidencial estadounidense se retira de la carrera. En la historia, seis presidentes estadounidenses decidieron no presentarse a la reelección para un segundo mandato. Sin embargo, a diferencia de Joe Biden, ninguno de ellos anunció su candidatura primero y la retiró después. Biden fue el presidente electo de mayor edad en 2020. Su presidencia y su candidatura fueron muy discutidas. Muchos médicos, analistas políticos, políticos y periodistas pidieron a Biden que no se presentara a la reelección para un segundo mandato, principalmente debido a su edad y problemas de salud. Tras su retirada, Biden explicó su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris.

En segundo lugar, Donald Trump, que perdió las últimas elecciones frente a Biden, recibió el mayor número de votos que cualquier presidente estadounidense elegido anteriormente. Cuestionó los resultados y afirmó que las elecciones le habían sido robadas mediante fraude. Las afirmaciones de Trump llevaron al asalto del Capitolio de Estados Unidos por parte de sus partidarios el 6 de enero de 2021, lo que sacudió la política estadounidense. Por eso, Trump está decidido a vengarse y ganar las elecciones contra los demócratas. Parece que otra derrota de Trump puede acarrear problemas políticos en el país. Por eso, muchos observadores tienen visiones pesimistas sobre el futuro y afirman que, tanto si Trump gana las elecciones como si las pierde, los resultados tendrán efectos negativos similares en la democracia estadounidense. La paradoja que tienen en común estos observadores es que comparten la idea de “ni con Trump ni sin él”.

En tercer lugar, los dos candidatos tienen posiciones tradicionales en materia de asuntos internos. Mientras que Harris representa en gran medida al Partido Demócrata al apoyar la posición económica, social y política tradicional de los electores del partido, las opiniones de Trump representan en gran medida las perspectivas de los votantes republicanos. Mientras que los demócratas son más liberales e internacionalistas, los republicanos son más conservadores y aislacionistas. En consecuencia, la demócrata Harris ha estado pidiendo votos a los liberales, los grupos desfavorecidos y las minorías, mientras que Trump pide principalmente los votos de los grupos conservadores y económicamente liberales nacionales. Sin embargo, Harris enfrentará dificultades para obtener el apoyo de sus electores tradicionales. Por un lado, muchos demócratas no quieren votar por un presidente que apoya las políticas genocidas de Israel. Por otro lado, se sienten obligados a votar por Harris para evitar el regreso de “lo peor”. Si bien la primera opción provocará una menor participación en las próximas elecciones, la segunda provocará una mayor participación, similar a las últimas elecciones presidenciales de 2020.

Además, cuando analizamos las cuestiones de política exterior, vemos que existen similitudes y diferencias en las perspectivas de los candidatos. Harris explicó claramente sus ideas sobre la inmigración y la seguridad fronteriza. Mientras que ella aboga por un paquete de reforma migratoria, Trump está decidido a tomar medidas severas contra la inmigración legal e ilegal. Afirma que completará la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México.

En cuanto a la cuestión climática, Harris considera el calentamiento global como una “amenaza existencial” no sólo para Estados Unidos sino para toda la humanidad. Por otro lado, Trump sigue cuestionando las explicaciones científicas del cambio climático y ha explicado que retirará a Estados Unidos de las plataformas internacionales que trabajan sobre la crisis climática.

Las perspectivas de los dos candidatos respecto a las potencias mundiales son en gran medida diferentes. Mientras Harris es acérrimamente antirrusa y trata de fortalecer la posición estadounidense en Europa, Trump es un crítico de la alianza transatlántica (OTAN) y busca poner fin a la guerra ruso-ucraniana. Harris señaló que seguirá apoyando a Ucrania “hasta que sea necesario” para hacer frente a la amenaza rusa. Es decir, a diferencia de Harris, Trump, que explicó que detendría la ayuda estadounidense a Ucrania, está decidido a tomar medidas más agresivas contra China. Trump quiere desafiar el ascenso del país del Lejano Oriente en todos los sectores, desde la tecnología hasta la economía y el ejército.

Parece que el punto en común más importante que tienen es Oriente Medio, ya que no hay mucha diferencia entre las políticas de los dos partidos y/o de los candidatos en la materia. Aunque Trump había afirmado que revertiría las políticas de Obama en Oriente Medio durante su primer mandato, no pudo hacerlo. Incluso mantuvo al principal actor estadounidense, Bret McGurk, en el terreno, para que éste siguiera llevando a cabo estrategias en la región. Por lo tanto, no hay motivos para esperar que revierta la actual administración estadounidense en Oriente Medio.

Además, ambos candidatos comparten su visión de Israel, a la que tanto Harris como Trump han manifestado su pleno apoyo. Incluso han declarado su competencia en el tema del respaldo a Israel, que puede ser el tema más deprimente en la carrera por la presidencia estadounidense. Ningún candidato cuestiona las atrocidades israelíes contra los palestinos, mientras que ambos están decididos a seguir enviando apoyo militar a los agresores. Parece que, con cualquiera de los dos presidentes, Estados Unidos seguirá aplicando políticas exteriores unilaterales para socavar los principios del derecho internacional y las decisiones de las instituciones internacionales.

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