Una pareja de ancianos de Mangaluru convierte su hogar en un santuario para su amor por los gatos

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La modesta casa de Rajesh y Seethamma rebosa del ronroneo y la energía juguetona de sus compañeros felinos.

La modesta casa de Rajesh y Seethamma rebosa del ronroneo y la energía juguetona de sus compañeros felinos.

El hogar de Rajesh Gowda y Seethamma, en Mangaluru, Karnataka, es un testimonio de su amor y compasión perdurables. Durante casi treinta años, esta pareja de ancianos ha compartido su vida juntos, aunque nunca tuvieron la suerte de tener hijos. Su hogar, que antes era silencioso y resonaba con el vacío de sus años sin hijos, se ha transformado en un santuario bullicioso para gatos. Hace quince años, un gato callejero entró en sus vidas, trayendo consigo un destello de alegría. Cuando la gata dio a luz, la pareja encontró un consuelo inesperado en las travesuras juguetonas de los gatitos. Esta alegría inicial ha florecido en un profundo afecto, y lo que comenzó con un gato ahora se ha expandido a una familia de más de cien. Hoy, el modesto hogar de Rajesh y Seethamma rebosa del ronroneo y la energía juguetona de sus compañeros felinos. Alimentan a los gatos con restos de comida de los hoteles y las mismas comidas que ellos disfrutan, gastando aproximadamente 300 rupias diarias para garantizar que los gatos estén bien alimentados y contentos.

El compromiso de Rajesh se extiende más allá de su hogar; con frecuencia rescata gatitos abandonados en las cunetas de las carreteras, en particular en Belalu y Maya. Cuando se le pregunta por el gasto sustancial que hacen en los gatos, Rajesh explica: “No se trata del gasto. No podemos soportar verlos morir de hambre en la cuneta de la carretera. A diferencia de nosotros, ellos no pueden pedir ayuda cuando tienen hambre”.

La dedicación de la pareja a sus gatos es evidente en su rutina diaria. Los gatos están bien alimentados con verduras, bocadillos dulces y leche fresca de sus propias vacas. El hogar de Rajesh y Seethamma es un refugio de alegría y satisfacción, a pesar de la pérdida ocasional de gatos por enfermedad o accidentes. Permanecen firmes en su resolución de brindar un hogar lleno de amor a cada gato que se cruza en su camino, y encuentran la felicidad en el cuidado y la compañía que comparten.

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