El nuevo primer ministro de Francia, Michel Barnier, tenía previsto presentar el jueves 19 de septiembre una lista de nombres de ministros al presidente Emmanuel Macron, según informó su despacho, acelerando así los esfuerzos para formar un gobierno que se necesita desesperadamente para abordar los déficits presupuestarios. No estaba claro de inmediato si el gobierno se anunciaría inmediatamente después.
Barnier, conservador y ex negociador principal de la Unión Europea para el Brexit, fue designado a principios de este mes por Macron para intentar superar el impasse. Después de dos semanas de consultas, los asesores dijeron el jueves que estaba en la “recta final” de su intento de formar un nuevo gabinete. Francia ha estado atrapada en un punto muerto político, durante los Juegos Olímpicos y más allá, desde que las elecciones legislativas anticipadas de julio la dejaron con un parlamento sin mayoría.
Hay puestos clave vacantes debido a que el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, renunció después de ocupar su puesto desde que Macron llegó al poder en 2017 y el ministro de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, fue elegido por Macron para ser el nuevo comisario de la UE de Francia.
El predecesor de Barnier, Gabriel Attal, dijo a los diputados de Macron tras una reunión en Matignon, la residencia oficial del primer ministro, que Barnier estaba considerando una “paridad de gobierno” de 38 ministros, incluidos 16 ministros principales. En busca de un difícil equilibrio en la formación de su gobierno, Barnier podría nombrar a siete diputados del partido Renacimiento de Macron y tres de su propio partido de derecha, Les Républicains, dijo Attal, según varios participantes en una sesión informativa dada por el ex primer ministro.
Aunque ha tenido dificultades para encontrar personalidades de la izquierda, a las que ha recibido varias negativas, entre estos ministros titulares se encontraría supuestamente sólo una persona de la alianza de izquierdas.
El primer ministro, de 73 años, se ha enfrentado a una serie de desafíos desde que asumió el cargo a principios de este mes. Han surgido informes de un tenso almuerzo entre él y Macron el martes y una segunda reunión el miércoles.
Un político conservador, que prefirió permanecer en el anonimato, dijo que el presidente había subrayado que Barnier no podía dar dos carteras importantes, como los puestos de finanzas e interior, a figuras de derecha, lo que irritó al primer ministro. Barnier está teniendo dificultades para conseguir un nombre de izquierdas y tiene que buscar la aprobación de la extrema derecha, que ahora tiene más escaños que nunca en el parlamento.
