Estados Unidos tiene el peor sistema de salud entre 10 países desarrollados, según los resultados de una encuesta publicada el jueves.
El estudio realizado por el Commonwealth Fund, una fundación privada que ha elaborado un informe anual sobre clasificaciones de atención sanitaria desde 2004, encontró que Australia, los Países Bajos y el Reino Unido tienen los tres mejores sistemas, pero dijo que “las diferencias en el desempeño general entre la mayoría de los países son relativamente pequeñas”.
Sin embargo, eso excluye a Estados Unidos, que según la organización es “el único caso atípico claro” porque su sistema de salud tiene un desempeño “dramáticamente inferior” al de sus pares.
“Estados Unidos sigue siendo un caso aparte en lo que respecta al bajo rendimiento de su sector de atención sanitaria”, escribieron los autores del informe. “Si bien los otros nueve países difieren en los detalles de sus sistemas y en su desempeño en determinados ámbitos, a diferencia de Estados Unidos, todos han encontrado una manera de satisfacer las necesidades de atención sanitaria más básicas de sus ciudadanos, incluida la cobertura universal”.
La encuesta examinó los sistemas de atención sanitaria de Australia, Canadá, Francia, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos. Los evaluó en función del acceso a la atención, el proceso de atención, la eficiencia administrativa, la equidad y los resultados de salud.
Si bien ningún país tuvo un desempeño consistentemente bueno en todos los ámbitos, Estados Unidos ocupó el último lugar en acceso a la atención, proceso de atención, equidad y resultados de salud. Se ubicó en el noveno lugar en eficiencia administrativa, solo por detrás de Suiza.
Suecia no fue incluida en la categoría de equidad debido a cambios en sus leyes de privacidad que impidieron a los encuestadores hacer preguntas relacionadas con los ingresos de los encuestados.
La asequibilidad sigue siendo un importante impedimento para los estadounidenses que intentan acceder al sistema de atención sanitaria del país, lo que el informe describe como un “problema generalizado”.
Se estima que 26 millones de estadounidenses carecen de cobertura sanitaria, mientras que muchos otros están subasegurados debido al aumento de los costos de los deducibles en los planes de seguros privados.
“Los amplios requisitos de participación en los costos hacen que muchos pacientes no puedan visitar a un médico cuando surgen problemas médicos, lo que hace que se salten pruebas médicas, tratamientos o visitas de seguimiento y eviten surtir recetas o se salten dosis de sus medicamentos”, afirmó.
Esto difiere mucho de lo que ocurre en el Reino Unido, donde el Servicio Nacional de Salud ofrece atención sanitaria universal gratuita, y en Alemania, donde limita los deducibles en función de los ingresos del paciente.
