En Reino Unido, la afición del matrimonio Starmer por los regalos genera polémica

CARTA DESDE LONDRES

Dos meses y medio después de que el Partido Laborista llegara al poder, ya se percibe un ligero aroma de escándalo en Downing Street. El El domingo por la mañana Hace unos días se reveló que el primer ministro británico, Keir Starmer, no había declarado en el plazo de 28 días, como exige la reglamentación parlamentaria, los regalos que había hecho a su esposa, Victoria Starmer, por valor de 5.000 libras (unos 5.950 euros). Esas sumas, abonadas por Waheed Alli, generoso donante del Partido Laborista cuando era líder de la oposición, se destinaron principalmente a la compra de ropa.

Hasta hace unos meses, Victoria Starmer, una abogada de 51 años que trabaja para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), había sido muy discreta. Sin embargo, esta primavera, durante la campaña electoral general, se encontró de repente en el centro de atención. Los medios de comunicación se hicieron eco de su afición por las carreras de caballos y de los vestidos midi, los vestidos a media pantorrilla que tanto gustan a las mujeres británicas de moda. El 5 de julio, el día en que entró en Downing Street del brazo de su marido tras la rotunda victoria electoral del Partido Laborista, lució un vestido escarlata de la marca británica Me + Em, cuyo precio era de 275 libras. Durante la recepción en el Palacio de Buckingham para el emperador japonés y su primer viaje a Washington para la cumbre de la OTAN, lució dos vestidos impolutos de otra marca británica, Needle & Thread.

Starmer se defendió el lunes 16 de septiembre subrayando que había una “enorme diferencia entre [late] El líder también recibió donaciones por valor de 20.000 libras de Alli, miembro de la Cámara de los Lores, para ropa de trabajo, de las que 16.000 se gastaron en trajes y 2.400 en gafas. Además de estos pagos, que fueron declarados al parlamento con la debida antelación y la mayoría de los cuales se produjeron antes de que Starmer se uniera a Downing Street, hubo muchas otras donaciones (de la Premier League o de empresas hoteleras). Entre ellas, entradas para conciertos de Taylor Swift y partidos de fútbol por valor de 4.000 libras (Starmer es un gran seguidor del Arsenal).

Papel pintado de lujo y villa de ensueño

El guardián Starmer ha hecho cuentas: desde 2019, el líder laborista ha aceptado regalos por un valor récord de 100.000 libras esterlinas. En comparación, Jeremy Corbyn, su predecesor, fue bastante frugal. Durante su mandato, de 2015 a 2019, declaró solo un puñado de entradas para el Festival de Glastonbury por valor de 450 libras esterlinas y un libro de colección que donó a un museo. “Todos los parlamentarios reciben regalos”, dijo Starmer el lunes, añadiendo que por razones de seguridad, ya no podía visitar las gradas del estadio como otros espectadores y tuvo que aceptar invitaciones al palco VIP para seguir asistiendo a los partidos. Por el momento, ha descartado rechazar este tipo de donaciones en el futuro.

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