El presidente Recep Tayyip Erdoğan dijo el miércoles que tomará un poco más de tiempo para que la inflación deje de ser un problema, al tiempo que reconoció los desafíos económicos que, según él, siguen sin resolverse.
“Los desequilibrios causados por la pandemia aún no se han corregido por completo, y la inflación, que ha alcanzado sus niveles más altos en 70 años, tardará más tiempo en dejar de ser un problema”, dijo Erdoğan en una convención de contratistas turcos detrás de proyectos internacionales en un evento en la capital, Ankara.
La inflación anual cayó por debajo del 52% en agosto, en comparación con su pico del 75% en mayo. Se espera que la fuerte caída continúe en medio de una agresiva campaña de ajuste para enfriar la demanda sobrecalentada.
Desde junio del año pasado, el banco central del país ha aumentado las tasas de interés en 4.150 puntos básicos hasta el 50% y ha sostenido que mantendrá su política monetaria estricta hasta que la inflación se alinee con sus objetivos.
El banco prevé que la inflación se desacelere al 38% a finales de este año y al 14% el próximo, y que siga disminuyendo hasta el 9% a finales de 2026.
Las previsiones actualizadas del programa económico a medio plazo del gobierno, publicadas la semana pasada, prevén que la inflación caerá al 41,5% a finales de año. Se prevé que baje al 17,5% a finales de 2025 y al 9,7% en 2026.
Erdoğan advirtió que, si bien Turquía ha avanzado mucho en muchas áreas, las perturbaciones económicas mundiales, exacerbadas por la pandemia de COVID-19, aún no se han estabilizado.
Reconoció una ligera disminución en los ingresos de proyectos para los contratistas turcos este año, pero expresó su confianza en una rápida recuperación en el futuro cercano.
Turquía cuenta con 243 empresas que operan a nivel internacional. Ocupa el segundo lugar, después de China, en cuanto a número de contratistas y se encuentra entre los ocho primeros países del mundo en términos de ingresos, según la última lista de los 250 principales contratistas internacionales publicada por la revista ENR.
“El éxito de nuestras empresas de construcción en el extranjero demuestra la fortaleza de la economía turca y sus recursos humanos”, afirmó Erdoğan.
El sector emplea a unos 6 millones de personas, tanto directa como indirectamente, en Turquía.
Los constructores turcos han llevado a cabo proyectos por un valor de alrededor de 515.000 millones de dólares (17,56 billones de TL) en 137 países en los últimos 52 años, dijo Erdoğan.
El presidente recordó que el producto interno bruto (PIB) del país superó por primera vez los 1,1 billones de dólares el año pasado.
Destacó el logro en exportaciones, que alcanzaron un máximo de 256 mil millones de dólares en 2023, frente a sólo 36 mil millones de dólares en 2002.
Erdoğan también destacó el crecimiento del turismo, donde Turquía ha experimentado un aumento de 13 millones de turistas en 2002 a casi 57 millones en la actualidad.
