A’ja Wilson tuvo una temporada como ninguna otra en la historia de la WNBA. Caitlin Clark estableció récords e hizo que el Indiana Fever fuera el mayor atractivo del baloncesto femenino. Angel Reese se recuperó como nadie en la liga había visto jamás.
La temporada regular de la WNBA ha terminado y las estadísticas están más llenas que nunca.
Muchos récords (más puntos, más rebotes, más asistencias, incluso más espectadores en un partido) se consiguieron durante la 28.ª temporada regular de la WNBA. Wilson, Clark y Reese estuvieron en medio de muchos de esos momentos.
A continuación se muestran algunos números importantes de la temporada:
A’ja Wilson: ¿Será universal?
Wilson hizo cosas esta temporada que nunca se habían hecho en la WNBA (y que tampoco se habían hecho oficialmente en la NBA).
La mayor cantidad de puntos, rebotes y tapones en una temporada. Nunca antes una jugadora había logrado eso en un año, hasta ahora. La estrella de Las Vegas estableció récords de la WNBA con 1.021 puntos y 451 rebotes, además de liderar la liga en tapones con 98.
Otro récord para Wilson: 26,9 puntos por partido, lo que rompe la marca de Diana Taurasi de 25,3 que se mantenía desde 2006. Los equipos de la WNBA no siempre jugaban temporadas de 40 partidos, por lo que 1.000 puntos no era ni siquiera una posibilidad remota en la época de los calendarios más cortos. El récord de promedio de anotaciones elimina cualquier debate sobre el lugar que debería ocupar Wilson en su temporada 2024.
Parece seguro que será la MVP por tercera vez, igualando el récord. La única duda real es si obtendrá todos los votos. “U’nanimous”, el pívot del Miami Heat, Bam Adebayo dijo en las redes sociales la semana pasada, y no necesitó ninguna explicación.
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Caitlin Clark: Los números de los novatos son únicos
Clark rompió el récord de asistencias en un solo juego de la WNBA con 19, rompió el récord de asistencias de la temporada con 337 y terminó su temporada de novata en Indiana con un currículum de promedios incomparables.
Otras han anotado más, han capturado más rebotes y una jugadora, Courtney Vandersloot, ha promediado más asistencias en una temporada. Pero nadie en la historia de la WNBA ha promediado tanto en las tres categorías como Clark esta temporada: 19,2 puntos, 5,7 rebotes y 8,4 asistencias por partido.
Solo ha habido otros cuatro casos en los que una jugadora promedió 15-5-5 en la WNBA. Clark es la primera en el club de los 19-5-8.
Clark también tuvo 12 partidos con al menos 10 puntos y 10 asistencias, otro récord en una sola temporada. Solo ocho jugadoras en la historia de la WNBA tienen más partidos de este tipo en toda su carrera.
Clark también tuvo dos triples-dobles en su temporada de novata. Ninguna otra novata en la historia de la WNBA ha tenido uno. Y sus 122 triples (la segunda mayor cantidad de cualquier jugadora en cualquier temporada de la WNBA) fue otro récord para una novata.
Angel Reese: Una máquina de rebotes
Reese habría establecido el récord de rebotes de la WNBA en una temporada si no se hubiera perdido los últimos seis partidos de las Sky por una lesión en la muñeca (tuvo el récord brevemente con 446, antes de que Wilson la alcanzara hacia el final de la temporada regular).
Pero el récord de rebotes por partido es suyo: 13,1, un 10% más que la marca anterior de 11,9 establecida por Sylvia Fowles en 2018.
Los 26 dobles-dobles de Reese fueron otro récord para una novata; Tina Charles tuvo 22 (en una temporada de 34 juegos) en 2010. Hubo seis instancias en la WNBA esta temporada en las que alguien tomó 18 o más rebotes; Reese tuvo cinco de ellos.
Otro gran número: la venta de entradas
La temporada pasada se vendieron 227.979 entradas para los partidos de Indiana Fever. Esta temporada, la cifra fue de 643.343.
Eso es un salto del 182%. Eso es Caitlinmania.
La asistencia a los partidos de la WNBA se disparó a un nivel no visto desde finales de los años 90 esta temporada, con alrededor de 9.800 entradas distribuidas en promedio para cada partido. Eso supone un aumento de casi el 44% con respecto a la temporada pasada, y el enorme aumento de las entradas para los partidos de Fever representa la gran mayoría de ese crecimiento en toda la liga.
Las Fever destruyeron el récord anterior de la WNBA en asistencia promedio; se vendieron 16.084 entradas, en promedio, para los juegos de Indiana (tanto de local como de visitante) esta temporada, muy por delante de la marca anterior de 13.398 establecida por las New York Liberty en 1998.
Y el jueves, cuando finalizaba la temporada, Clark estuvo involucrado en otro récord: 20,711 personas asistieron al partido de Indiana contra Washington Mystics, una marca histórica de la temporada regular de la WNBA.
Adonde ella iba, los fanáticos la seguían: hubo 37 juegos esta temporada que atrajeron multitudes de 16.000 o más, y 32 de ellos fueron juegos de Indiana.
Notables: Algunas estadísticas que se destacaron
- Tina Charles, de Atlanta, se convirtió en la líder de todos los tiempos de la WNBA en rebotes (4.014) y dobles-dobles (194), consiguiendo esas marcas con una actuación de 10 puntos y 10 rebotes el jueves al final de la temporada regular. Superó a Sylvia Fowles en ambas listas.
- Arike Ogunbowale, de Dallas, ya era la poseedora del récord de minutos en una temporada (1.493 en 2023) y este año rompió el récord de minutos por partido que ostentaba Katie Smith desde 2001. Ogunbowale, que también igualó el récord de triples de la WNBA en un solo partido con nueve contra Indiana el 1 de septiembre, promedió 38,58 minutos; el récord de Smith fue de 38,56. Si Ogunbowale jugara un minuto menos esta temporada, Smith seguiría teniendo la marca.
- Napheesa Collier, de Minnesota, tuvo ocho robos en un partido contra Los Ángeles el 14 de junio. ¿La última vez que una jugadora de la WNBA tuvo más robos en un partido? El 10 de julio de 2003, cuando Ticha Penichiero tuvo un récord de liga de 10 para Sacramento.
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