La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid elevan todas las expectativas del equipo blanco. Si esta temporada ha ganado la Liga de Campeones, la Liga y la Supercopa de España sin ser uno de los principales favoritos tras la marcha de Benzema y Asensio, la llegada del francés le convierte en el rival a batir en las siete competiciones en las que participará en la temporada que comienza.
La BVM compuesta por los galácticos Bellingham, Vinicius y Mbappé, formará el ataque más mortífero del fútbol mundial. Tres de los mejores jugadores del firmamento juntos para disputarse el trono del equipo y, de paso, aspirar a los máximos galardones individuales que premian su rendimiento individual y su aportación a sus equipos siempre y cuando ganen títulos.
Tres goleadores
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Mbappé llega para competir con el brasileño y con el inglés, en una lucha de egos que puede complicar el trabajo de Ancelotti si no conectan. Vinicius y Bellingham conectaron en su primera temporada juntos, facilitado por ocupar posiciones diferentes. Ambos se repartieron los goles del equipo, 24 y 11 asistencias del brasileño y 23 y 14, del británico. El primero dio tres pases de gol al segundo, y el segundo, seis. En total, 52 participaciones directas en los 129 goles totales del equipo, 40,3%.
Vinicius se cuela entre los defensores del City / Efe
Una de las condiciones que atesora el francés es su capacidad goleadora. Su última temporada en el PSG marcó 44 goles y dio 10 asistencias en 48 partidos. Esa ha sido la tónica general en sus siete temporadas en el equipo parisino. Sin embargo, Ancelotti va a tener que solventar algunas cuestiones y la principal es buscar un sitio a Mbappé y Vinicius sin que se pisen la ‘manguera’, ya que ambos atacan partiendo desde la izquierda.
La posición de Bellingham
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Es cierto que los dos han alternado la izquierda con una posición más centrada la temporada que acaba de finalizar, por lo que el italiano tiene deberes adelantados. Con Bellingham va a tener otra tarea, decidir si lo mantiene en la media punta o retrasa su posición con la salida de Kroos. Dependerá del dibujo que disponga: mantener el 4-4-2 con una medular en rombo y el inglés en el vértice ofensivo por detrás de Mbappé y Vinicius, o el 4-3-3 manteniendo a Rodrygo en ataque con Jude ejerciendo de centrocampista.
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De cualquier manera, Ancelotti seguro que piensa que ‘bendito’ problema tener a sus órdenes a tres de los mejores atacantes del mundo, y detrás jugadores con el talento de Rodrygo, Brahim o Güler, además de Endrick, que va a necesitar tiempo para entender dónde se ha metido por lo caro que va a tener disponer de minutos y oportunidades para seguir creciendo.