Un hombre de Los Ángeles ha sido arrestado por su presunto papel en una serie de robos de vehículos a mano armada que tuvieron lugar durante tres semanas en todo el condado de Los Ángeles.
Sergio Macías, de 22 años, se entregó a los agentes federales el miércoles y ahora se suma a otros tres acusados que enfrentan cargos por la ola de crímenes. Se esperaba que Macías compareciera ante el tribunal el miércoles por la tarde.
Las autoridades ya habían arrestado a los otros tres sospechosos, identificados como Michael Anthony Fisher, de 23 años, de Bell; Andrés Silva Cerrillos, de 19 años, de Buena Park; y Jesse Gutiérrez, de 19 años, de Los Ángeles.
Macías supuestamente participó en cinco robos de vehículos durante la ola de crímenes de tres semanas del año pasado, según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Los cuatro hombres ahora enfrentan cargos por conspiración, además de robo de vehículos, intento de robo de vehículos e interferencia con el comercio mediante robo. También enfrentan cargos por varios delitos relacionados con armas de fuego, ya que muchos de los robos de vehículos ocurrieron a punta de pistola.
Los delitos ocurrieron entre el 15 de noviembre y el 9 de diciembre de 2023 e involucraron robos de vehículos exitosos y fallidos en Downey, Pico Rivera, Norwalk y Whittier, dijo el Departamento de Justicia.
Cerrillos y Gutiérrez también presuntamente robaron dos televisores grandes de un Walmart en South Gate y amenazaron a un empleado de la tienda mientras huían.
“Los delitos violentos con armas de fuego desgarran el tejido social de nuestra comunidad y dejan a las víctimas con un trauma duradero”, dijo el fiscal federal Martin Estrada en un comunicado de prensa emitido el miércoles. “Estos arrestos y esta acusación formal ponen de relieve la determinación de mi oficina de utilizar nuestras poderosas leyes federales para castigar a quienes arriesgan cruelmente la vida de los demás”.
Si son declarados culpables de los cargos, los cuatro hombres podrían enfrentar entre siete y 25 años de prisión federal, dijo el Departamento de Justicia.
El caso continúa bajo investigación por el Departamento de Policía de Downey y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
