Al-Risheq también culpó a Estados Unidos por su “parcialidad, apoyo y asociación” en la guerra de 11 meses en el territorio asediado.
El funcionario afirmó que Hamás se preocupa más por la vida de sus prisioneros que el presidente Joe Biden, y enfatizó que el grupo había aceptado su propuesta y la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El primer ministro Benjamin Netanyahu rechazó la propuesta y la resolución y su administración accedió a las demandas del primer ministro, que pretendían obstruir la consecución de un acuerdo para mantener su poder, añadió al-Risheq.
El ejército israelí anunció que sus tropas recuperaron los cuerpos de seis cautivos, entre ellos un ciudadano estadounidense, de un túnel en el sur de Gaza, en el marco de su ofensiva militar de once meses contra el enclave palestino. Afirmó que los cautivos fueron asesinados poco antes de que se recuperaran sus cuerpos.
Netanyahu se ha comprometido a “ajustar cuentas” con Hamás y ha dicho que “los perseguiremos”. “Quienes matan rehenes no quieren un acuerdo” para una tregua en Gaza, añadió Netanyahu.
Pero un foro de familiares de cautivos, que han criticado el manejo del asunto por parte de Netanyahu, convocó a una protesta masiva más tarde el domingo, exigiendo una “parada total del país” para impulsar la implementación de un alto el fuego y la liberación de los cautivos restantes.
“Hace más de dos meses que se está negociando el regreso de los rehenes. Si no fuera por los retrasos, los sabotajes y las excusas, aquellos cuyas muertes conocimos esta mañana probablemente seguirían con vida. Es hora de traer a nuestros rehenes a casa”, anunció el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas en un comunicado.
En un comunicado, Biden dijo que estaba “devastado e indignado” por la muerte de los seis cautivos, incluida la israelí-estadounidense Goldberg-Polin.
Biden, cuyo gobierno ha respaldado y financiado los bombardeos israelíes sobre Gaza, prometió que “los líderes de Hamás pagarán por estos crímenes y seguiremos trabajando sin descanso para lograr un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes restantes”.
Un acuerdo de alto el fuego propuesto por Biden en mayo, que exigía la liberación de los cautivos, fue rechazado por Netanyahu.
Alrededor de 100 cautivos aún permanecen en Gaza, mientras que 105 fueron liberados gracias a un acuerdo con Hamás, que ha establecido el alto el fuego como condición para liberar a los cautivos restantes.
Pero Israel ha sido acusado de crímenes de guerra y atrocidades contra los palestinos. El fiscal de la Corte Penal Internacional ha solicitado órdenes de arresto contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra. También se han solicitado órdenes de arresto contra dos dirigentes de Hamás.
Más de 40.000 palestinos han muerto desde que Israel lanzó la guerra contra Gaza el 7 de octubre, tras un ataque encabezado por el grupo palestino Hamás que dejó más de 1.200 muertos. Los combatientes palestinos tomaron prisioneros a unos 250 personas tras el ataque.
Desde entonces, el enclave costero ha quedado convertido en escombros en medio de bombardeos incesantes mientras se acusa a Israel de estancar un acuerdo de alto el fuego para liberar a los cautivos.
