Las fábricas asiáticas, incluido el sector manufacturero de China, mostraron señales de una recuperación tentativa en agosto, y los fabricantes de chips se beneficiaron de una demanda firme, mostraron encuestas privadas el lunes, pero se avecinaban ciertas dificultades económicas.
Los analistas dicen que las perspectivas de una desaceleración del crecimiento estadounidense, que probablemente conducirá a recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) este mes, y la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses nublan las perspectivas comerciales.
El índice de gerentes de compras (PMI) manufacturero global Caixin/S&P de China subió a 50,4 en agosto desde 49,8 en julio, mostró la encuesta privada el lunes, superando los pronósticos de los analistas y excediendo la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción.
La lectura, que cubre principalmente a empresas más pequeñas y orientadas a la exportación, muestra una visión más optimista que la encuesta PMI oficial publicada el sábado, que indicó una disminución continua en la actividad manufacturera en agosto.
“Los PMI de agosto sugieren que el impulso económico se mantuvo prácticamente estable el mes pasado, con modestas mejoras en la manufactura y los servicios que ayudaron a compensar una mayor desaceleración en la actividad de la construcción”, dijo Gabriel Ng, economista asistente de Capital Economics, en una nota de investigación sobre el PMI de China.
“Pero como la caída de los precios en las fábricas se está acelerando, la economía claramente sigue en riesgo de volver a caer en la deflación”, dijo Ng.
La actividad fabril en Corea del Sur y Taiwán también se expandió en agosto, mientras que Japón vio un ritmo de contracción más lento debido en parte a la sólida demanda mundial de semiconductores.
Los fabricantes japoneses también se beneficiaron de un repunte en la producción de automóviles después de que un escándalo de seguridad llevó a algunas plantas a suspender la producción temporalmente.
Sin embargo, las encuestas mostraron que la actividad manufacturera se contrajo en Malasia e Indonesia, lo que subraya el dolor que enfrentan algunas de las economías de la región debido a la prolongada desaceleración de China.
“Los países productores de chips lo están haciendo bastante bien, pero la desaceleración de China seguirá afectando la actividad manufacturera de Asia durante bastante tiempo”, dijo Toru Nishihama, economista jefe de mercados emergentes del Dai-ichi Life Research Institute.
“La desaceleración de la demanda estadounidense podría agravar el sufrimiento de las economías asiáticas, muchas de las cuales ya están preocupadas por las consecuencias del lento crecimiento chino”, afirmó.
El PMI manufacturero final del Banco Jibun de Japón subió a 49,8 en agosto, contrayéndose por segundo mes consecutivo pero menos pronunciadamente que en julio, cuando el índice alcanzó 49,1.
El PMI de Corea del Sur se situó en 51,9 en agosto, frente al 51,4 de julio, debido en parte a la fuerte confianza de los consumidores y a los nuevos pedidos en el mercado interno, mostró la encuesta privada.
El PMI de Malasia se situó en 49,7 en agosto, sin cambios respecto del mes anterior, mientras que el de Indonesia cayó a 48,9 desde 49,3 en julio, mostraron las encuestas.
El crecimiento de la actividad manufacturera de la India se desaceleró a un mínimo de tres meses en agosto, ya que la demanda se suavizó significativamente, lo que arrojó otra sombra sobre las perspectivas económicas por lo demás sólidas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un aterrizaje suave para las economías de Asia, ya que la moderación de la inflación crea margen para que los bancos centrales flexibilicen las políticas monetarias para apoyar el crecimiento. El Fondo prevé que el crecimiento en la región se desacelere del 5% en 2023 al 4,5% este año y al 4,3% en 2025.
