Este año la Navidad llegará temprano para Venezuela, literalmente, luego de que el presidente Nicolás Maduro declarara que se trasladará al 1 de octubre.
La medida llega en un intento de transmitir un poco de alegría navideña después de una elección presidencial disputada que la oposición afirma que robó.
El hombre de 61 años se prepara para un tercer mandato de seis años a pesar del clamor de la oposición y la comunidad internacional por los resultados de las elecciones del 28 de julio.
“En homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar que la Navidad se adelante al 1 de octubre”, dijo Maduro durante una aparición televisiva el lunes.
No es la primera vez que Maduro cambia la fecha de Navidad desde que tomó las riendas del país de mayoría católica de manos de Hugo Chávez en 2013.
Esta vez, la medida parece ser un intento de distraer a la población del enojo por las elecciones que la oposición afirma haber ganado legítimamente.
Estados Unidos y varios países latinoamericanos apoyan la afirmación de victoria de la oposición venezolana, mientras que incluso México, Colombia y Brasil, países amigos de Maduro, se han negado a reconocer el resultado oficial sin ver los recuentos detallados de los votos.
La agencia electoral ha dicho que no puede publicar los registros porque los piratas informáticos habían corrompido los datos, aunque los observadores han dicho que no había evidencia de ello.
La Fiscalía emitió una orden de arresto contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien se encuentra prófugo, por insistir en que ganó las elecciones.
“Nadie en este país está por encima de las leyes, de las instituciones, como ha pretendido estar este… cobarde, Edmundo González Urrutia”, afirmó Maduro.
Las protestas tras anunciarse la supuesta victoria de Maduro dejaron 25 civiles y dos militares muertos, casi 200 personas y más de 2.400 encarcelados.
