El grandilocuente tridente del Real Madrid que conformó el ataque titular de Brasil en Asunción acabó siendo un fiasco monumental. Ni Vinicius Jr., ni Rodrygo ni un desaparecido Endrick vieron portería. Y una Seleçao mediocre y empequeñecida cayó derrotada 1-0 ante un Paraguay renacido bajo la pizarra de Gustavo Alfaro, que se impuso con un golazo de Diego Gómez, compañero de Leo Messi en el Inter Miami, en el primer tiempo.,
El fracaso canarinho se personifica en la figura de Vinicius Jr. Ya no se trata de que sea manifiestamente incapaz de hacer el rol de Neymar Jr., que sigue KO y podría estar alejado de la Seleçao hasta el 2025, sino que se ha convertido en una rémora para su selección.
Es impensable mantener su candidatura al mejor del mundo, viendo lo que ha hecho en esta fecha FIFA con Brasil.
Venía de una actuación nefasta contra Ecuador, en un duelo decidido por la mínima (1-0) con un tanto de Rodrygo. El viernes en Curitiba, perdió catorce balones, no regateó ni en una sola ocasión y ni remató a puerta.
Ahora en Asunción, mejoró insuficientemente sus prestaciones, pero estuvo muy lejos de lo que se le exige a un futbolista de primera línea cuando se enfunda la camiseta ‘verdeamarela’.
Incomprensiblemente volvió a jugar los 90 minutos. Está claro que tiene bula y que su seleccionador, Dorival Junior, a quien le viene muy grande el cargo, no tiene la personalidad de sacarlo.
Vinicius remató dos veces a portería, completó por fin un regate de los cuatro intentados… ¡y perdió diecisiete balones!
Regresa a Madrid señaladísimo. Brasil tiene serios problemas estructurales, pero cuando la pelota llega en el último tercio, Vinicius no aporta nada. De ser la posible solución se ha convertido en el primer principal problema de la Seleçao, como ya se vio en la Copa América, de donde salió teniendo que hacer un comunicado en que pedía perdón a la ‘torcida’ por su comportamiento y desempeño.
Con esta derrota, Brasil sigue a la deriva, jugando de pena y bajando hasta la quinta posición, que sí que da acceso al Mundial 2026 porque se ha aumentado hasta seis las plazas reservadas para las selecciones sudamericanas, además de una para la repesca.
De los jugadores merengues de la Seleçao el único que se salva es Rodrygo, porque Endrick tuvo que ser sustituido en el descanso porque no había entrado en juego: se fue sin haber finalizado.
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La derrota brasileña fue vergonzosa, por la imagen paupérrima imagen, la falta de creatividad y liderazgo, el conformismo, el desajuste táctico de los últimos minutos… y los gritos de “olé, olé” con los que la hinchada guaraní jaleó a los suyos durante varias acciones en el segundo tiempo.
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