Sean “Diddy” Combs fue arrestado el lunes 16 de septiembre por la noche en Nueva York, donde enfrenta una acusación penal secreta, anunciaron los fiscales el lunes por la noche. Los fiscales no anunciaron de inmediato los detalles de los cargos, pero el magnate del hip-hop ha enfrentado una serie de acusaciones por parte de mujeres en los últimos meses que lo acusaron de agresión sexual.
El fiscal federal en Manhattan, Damian Williams, dijo en un comunicado que los agentes federales arrestaron a Combs. “Esperamos proceder a revelar la acusación por la mañana y tendremos más que decir en ese momento”.
El abogado de Combs, Marc Agnifilo, emitió un comunicado en el que decía: “Estamos decepcionados por la decisión de la Fiscalía de Estados Unidos de perseguir lo que creemos que es un procesamiento injusto contra el Sr. Combs”.
Agregó que Combs había viajado a Nueva York la semana pasada en previsión de que se presentaran los cargos. “Es una persona imperfecta, pero no es un criminal”, dijo Agnifilo. Los cargos penales son un gran revés, aunque no inesperado, para uno de los productores más destacados y los nombres más famosos de la historia del hip-hop.
La investigación federal sobre Combs, de 58 años, se reveló cuando agentes de Seguridad Nacional presentaron simultáneamente órdenes de allanamiento y allanaron las mansiones de Combs en Los Ángeles y Miami el 25 de marzo. Su abogado defensor, Aaron Dyer, al día siguiente de las redadas las calificó de “un uso flagrante de la fuerza a nivel militar”, dijo que las acusaciones eran “infundadas” y dijo que Combs era “inocente y seguirá luchando” para limpiar su nombre.
Combs, entonces conocido como Puff Daddy, estuvo en el centro de las batallas del hip-hop entre la Costa Este y la Costa Oeste de los años 90 como socio y productor de Notorious BIG, quien fue asesinado a tiros en 1997. Pero, como muchos de los que sobrevivieron a esa época, su imagen pública se había suavizado con la edad y se había convertido en un elegante anfitrión de fiestas en Hollywood y los Hamptons, un hombre de negocios vanguardista y un padre cariñoso que malcriaba a sus hijos, algunos de los cuales perdieron a su madre en 2018.
Pero una imagen diferente comenzó a surgir en noviembre, cuando su ex protegida y novia, la cantante de R&B Cassie, se convirtió en la primera de varias personas en demandarlo por abuso sexual con historias de un flujo constante de trabajadoras sexuales en entornos alimentados por drogas donde algunas de las involucradas fueron coaccionadas o engatusadas para tener relaciones sexuales.
En su demanda de noviembre, Cassie alegó años de abuso, incluidas palizas y violaciones. Su demanda también alegó que Combs participó en tráfico sexual al “obligarla a participar en actos sexuales forzados en múltiples jurisdicciones” y al participar en “albergar y transportar a la demandante con fines de sexo inducido por la fuerza, fraude o coerción”.
“Me dio asco cuando lo hice”
También dijo que la obligó a ayudarlo a traficar con trabajadores sexuales masculinos con los que Combs obligaba a Cassie a tener relaciones sexuales mientras él filmaba. La demanda se resolvió al día siguiente, pero sus repercusiones durarían mucho más. Combs perdió aliados, partidarios y personas que se reservaban su opinión cuando CNN difundió en mayo un video filtrado de él golpeando a Cassie, pateándola y tirándola al suelo en el pasillo de un hotel.
Al día siguiente, en su primer reconocimiento real de haber cometido un delito desde que comenzó la oleada de acusaciones, Combs publicó un vídeo en las redes sociales en el que pedía disculpas y decía: “Me dio asco cuando lo hice” y “Me da asco ahora”. A la demanda de Cassie le siguieron al menos media docena de otras en los meses siguientes.
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En febrero, un productor musical presentó una demanda alegando que Combs lo había obligado a solicitar servicios de prostitutas y lo había presionado para que tuviera relaciones sexuales con ellas. Otra de las acusadoras de Combs fue una mujer que dijo que el productor de rap la violó hace dos décadas cuando ella tenía 17 años.
Otra mujer que presentó una demanda, April Lampos, dijo que era estudiante universitaria en 1994 cuando conoció a Combs y comenzó una serie de “encuentros sexuales aterradores” con Combs y su entorno que duraron años. Combs y sus abogados negaron casi todas las acusaciones de la demanda.
Aunque las autoridades no dijeron públicamente que las demandas desencadenaron la investigación criminal, Dyer dijo cuando se entregaron las órdenes de arresto que el caso se basaba en “acusaciones sin fundamento hechas en demandas civiles”.
Como fundador de Bad Boy Records, Combs se convirtió en uno de los productores y ejecutivos de hip-hop más influyentes de las últimas tres décadas. Junto con Notorious BIG, trabajó con una gran cantidad de artistas de primer nivel, incluidos Mary J. Blige, Usher, Lil Kim, Faith Evans y 112.
Las actividades de Combs en otros negocios ajenos a la música (entre ellos, una lucrativa marca privada de bebidas alcohólicas, una empresa de medios de comunicación y la línea de moda Sean John) sufrieron un duro golpe cuando surgieron las acusaciones. Las consecuencias fueron aún mayores cuando se filtró el vídeo de la paliza. La Universidad Howard cortó vínculos con él y, a petición del alcalde, devolvió su llave a la ciudad de Nueva York.
