Muhammad Ali. Evander Holyfield. Lennox Lewis.
Tres boxeadores de un club de élite de grandes pesos pesados que han sido tres veces campeones del mundo.
Anthony Joshua puede poner su nombre en esa lista exclusiva al deshacerse de un rival británico que se ve a sí mismo como el futuro de la categoría principal del deporte.
También puede hacerlo en un escenario bastante espectacular.
Joshua, un niño mimado del boxeo británico desde que ganó el oro olímpico en los Juegos de Londres en 2012, busca completar la reconstrucción del final de su carrera al vencer a Daniel Dubois para recuperar el cinturón de la FIB frente a alrededor de 96.000 fanáticos en el estadio de Wembley en Londres el sábado.
Se trata de una de las mayores multitudes que se reúnen en un evento deportivo británico, y eso es algo a lo que Joshua está acostumbrado después de haber llenado los estadios más grandes del Reino Unido durante años. De hecho, fue en Wembley donde realizó su mejor actuación al derrotar épicamente a Wladimir Klitschko en 2017 para convertirse en campeón mundial con dos cinturones.
En cuanto a Dubois, de 27 años, campeón del mundo de manera algo accidental después de tomar la corona de la FIB que dejó vacante Oleksandr Usyk, este es un territorio bastante nuevo. Es su primera defensa del título y su segunda pelea por el campeonato mundial (Joshua ha tenido 12 de ellas, de las cuales 10 han sido por títulos unificados) mientras busca establecer su nombre en la cima de la escena de peso pesado.
Una victoria de Dubois (21-2, con 20 KOs) será considerada como un cambio definitivo de guardia. El pretendiente será entonces el gran hombre de la ciudad, con enormes riquezas en perspectiva en posibles futuras peleas contra Usyk o Tyson Fury, quienes se enfrentarán en una revancha el 21 de diciembre en Arabia Saudita por los cinturones de peso pesado de la WBA, WBC e IBO de Usyk.
Para Joshua (28-3, con 25 KOs), significaría escalar la montaña una vez más, o incluso colgar los guantes.
“He estado en el pozo”, dijo Joshua. “Dan está luchando contra alguien que está dispuesto a morir allí”.
El peleador de 34 años de Watford, en las afueras de Londres, se enfrentó a un reinicio de su carrera después de perder peleas consecutivas contra Usyk, poco después de su primera derrota profesional, una sorpresa ante Andy Ruiz Jr. en 2019.
Joshua se deshizo de su entrenador de toda la vida, montó campamentos en Estados Unidos en lugar de Inglaterra y trató de cambiar su estrategia. Había perdido dos veces contra Usyk, un hombre más pequeño, y eso le hizo darse cuenta de que el boxeo se basa tanto en la habilidad y el dominio del ring como en el poder y la brutalidad.
La reconstrucción lo ha visto ganar cuatro peleas consecutivas (contra Jermaine Franklin, Robert Helenius, Otto Wallin y luego el ex campeón de UFC Francis Ngannou) y cada actuación ha sido mejor que la anterior.
Su devastador poder de golpeo sigue ahí, como le ocurre a Ngannou, que fue noqueado en el segundo asalto con un derechazo sin bloquear.
Sin embargo, todavía quedan preguntas sobre Joshua. ¿Debe volver a estar en el primer nivel de los pesos pesados? ¿Se realizará alguna vez esa esperada pelea con Fury, que se ha estado esperando durante casi una década?
“Todo lo que he hecho en el pasado, tenemos que ponerle punto final porque no puedo llevármelo conmigo el sábado por la noche”, dijo Joshua. “En ese momento, eso es todo lo que importa”.
Dubois, apodado “Dinamita”, dijo a The Associated Press esta semana que busca legitimar su condición de nuevo campeón mundial de peso pesado con lo que sería la mayor victoria de su carrera. Recién ganó el cinturón de la FIB a fines de junio después de que Usyk lo renunciara y ya no fuera campeón indiscutido.
“Necesito mostrarles esa noche de qué se trata y luego hacer que el mundo me respete”, dijo Dubois a la AP, “y hacer que den algún respeto a mi nombre”.
Joshua es un pegador más fuerte y la reputación de Dubois aún podría verse herida después de que se arrodilló y fue contado fuera contra otro británico, Joe Joyce, en 2020 en su primera derrota.
La derrota de Dubois ante Usyk en Wroclaw, Polonia, es su única experiencia en el boxeo de alto nivel y dijo que lo hizo crecer “de niño a hombre”.
Joshua dio ese salto hace mucho tiempo y rápidamente se convirtió en un tesoro nacional, invicto durante sus primeros seis años como profesional (tres de ellos como campeón mundial) y estableciendo un aura de invencibilidad.
Después de unos años de castigo, podrá alcanzar esas alturas nuevamente el sábado, cuando el retador, inusualmente, comenzará como favorito.
