Santa malo

Ha comenzado una nueva fase de la ampliación de la Unión Europea. El 15 de diciembre, en su última cumbre del año, la UE-27 alcanzó un acuerdo iniciar conversaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, y conceder el estatus de candidato a Georgia. Aunque todavía pasarán varios años antes de que los tres países se unan realmente a la familia europea, el anuncio fue, no obstante, descrito como “histórico” y una “victoria para toda Europa”.

La decisión parece haber tomado a todos por sorpresa, incluidos los líderes europeos. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, había manifestado en repetidas ocasiones su objeciones a que Ucrania se una a la Unión Europea. Al final, no hizo uso de su derecho de veto y prefirió Dejar la habitación durante la votación, permitiendo así alcanzar un acuerdo unánime. Sin embargo, volvió a oponerse a la adopción del Fondo para Ucrania, un paquete de ayuda por valor de 50.000 millones de euros, que se distribuirá de aquí a 2027.

Las razones detrás de las acciones del líder húngaro aún no están del todo claras. claro. Alguno enlace a la liberar, unos días antes, de 10,2 mil millones de euros de fondos europeos para Hungría, suma que supuestamente recompensaría las reformas judiciales iniciadas por el país. Sin embargo, la Comisión Europea firmemente denegado que se trataba de un intercambio de buena voluntad.


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