El diario israelí Maariv informó sobre los resultados de la encuesta publicados el viernes, diciendo que el 45% de los encuestados preferiría ir a elecciones directas una vez que se logre un alto el fuego en el enclave.
El periódico señaló que el 28% de los encuestados prefiere mantener la situación política como está, mientras que el 17% dijo que prefiere ampliar el gobierno para incluir al partido liderado por Yair Lapid, Yesh Atid, y al partido Yisrael Beiteinu liderado por Avigdor Lieberman. El resto de los encuestados no tenía una opinión concreta.
La última encuesta, realizada por el Instituto Lazar sobre una muestra aleatoria de 511 israelíes con una tasa de error estimada del 4,3%, reveló que si las elecciones se celebraran ese día, el partido de derecha Likud de Benjamin Netanyahu perdería casi la mitad de sus 32 actuales escaños en la Knesset, el parlamento del país.
Mientras tanto, el Partido de Unidad Nacional, liderado por Benny Gantz, obtendría 38 escaños frente a los 12 actuales, y la oposición obtendría un total de 69 escaños frente a 46 de los partidos que apoyan al gobierno.
La encuesta reveló que sólo el 32% de los encuestados “cree que Netanyahu es el más adecuado para el cargo de primer ministro, mientras que el 49% dijo que el miembro del Gabinete de Guerra Gantz es más adecuado para el puesto”.
Formar un gobierno en Israel requiere obtener la confianza de al menos 61 miembros de la Knesset.
Los desacuerdos dentro del gobierno israelí están aumentando entre los ministros que apoyan las políticas de Netanyahu sobre el ataque del país contra Gaza y otros que intentan presionar por un acuerdo para garantizar el regreso de los rehenes retenidos por el grupo palestino Hamás en el enclave.
Israel ha lanzado implacables ataques aéreos y terrestres contra la Franja de Gaza desde un ataque transfronterizo de Hamas que, según Tel Aviv, mató a 1.200 personas.
Desde entonces, más de 27.000 palestinos han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y más de 66.000 han resultado heridos, según las autoridades sanitarias palestinas.
La ofensiva israelí ha dejado al 85% de la población de Gaza desplazada internamente en medio de una aguda escasez de alimentos, agua potable y medicinas, mientras que el 60% de la infraestructura del enclave resultó dañada o destruida, según la ONU.