Los bomberos lucharon el domingo contra incendios forestales masivos que estallaron en el centro de Chile dos días antes cuando las autoridades extendieron los toques de queda en las ciudades más afectadas por los incendios y dijeron que al menos 112 personas habían muerto. El presidente de Chile, Gabriel Boric, advirtió que el país enfrenta una “tragedia de muy gran magnitud”.
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Los incendios ardieron con mayor intensidad alrededor de la ciudad de Viña del Mar, donde un famoso jardín botánico fundado en 1931 fue arrasado por las llamas el domingo. Al menos 1.600 personas quedaron sin hogar.
Varios barrios del extremo oriental de Viña del Mar fueron devorados por las llamas y el humo, dejando a muchos atrapados en sus casas. Las autoridades dijeron que 200 personas fueron reportadas como desaparecidas en Viña del Mar y sus alrededores. La ciudad de 300.000 habitantes es un popular balneario y también alberga un conocido festival de música.
El domingo por la mañana, el presidente chileno, Gabriel Boric, visitó la localidad de Quilpé, que también resultó gravemente afectada por los incendios. Más tarde ese mismo día, el Servicio de Medicina Forense de Chile dio un número confirmado de muertes de 112 personas y muchas más aún están desaparecidas.
Boric dijo que la cifra de muertos podría aumentar a medida que los rescatistas busquen entre las casas que se han derrumbado. Algunos de los que llegaron a los hospitales también se encontraban en estado crítico.
Rodrigo Mundaca, gobernador de la región de Valparaíso, donde se encuentran Viña del Mar y otras ciudades afectadas, dijo el domingo que creía que algunos de los incendios podrían haber sido causados intencionalmente, haciéndose eco de una teoría que también había sido mencionada el sábado por Boric.
“Estos incendios comenzaron en cuatro puntos que se encendieron simultáneamente”, dijo Mundaca. “Como autoridades tendremos que trabajar rigurosamente para encontrar quién es el responsable”.
Los incendios alrededor de Viña del Mar comenzaron en zonas boscosas montañosas de difícil acceso. Pero se han trasladado a barrios densamente poblados de la periferia de la ciudad a pesar de los esfuerzos de las autoridades chilenas por frenar las llamas.
El sábado, Boric dijo que las temperaturas inusualmente altas, la baja humedad y las altas velocidades del viento estaban dificultando el control de los incendios forestales en el centro de Chile, que ya han quemado 8.000 hectáreas (30 millas cuadradas) de bosques y áreas urbanas.
Boric sobrevoló algunas de las zonas quemadas por los incendios el domingo y visitó una escuela convertida en refugio para los desplazados. Dijo que una casa de vacaciones presidencial a orillas de Viña del Mar, rodeada de amplios jardines, sería convertida temporalmente en un centro de esparcimiento para los hijos de familias afectadas por los incendios.
El presidente declaró dos días de luto nacional.
“Todo Chile está sufriendo”, dijo Boric. “Pero nos levantaremos una vez más”.
Las autoridades pidieron a las personas en las zonas afectadas por los incendios que evacuaran sus hogares lo más rápido posible, mientras que a los más alejados de los incendios se les pidió que permanecieran en sus casas para facilitar el tránsito de los camiones de bomberos y ambulancias.
Se declararon toques de queda en Viña del Mar y las ciudades vecinas de Quilpé y Villa Alemana como parte de un esfuerzo para evitar saqueos.
Los incendios estallaron durante una semana de temperaturas récord en el centro de Chile. En los últimos dos meses, el patrón climático de El Niño ha provocado sequías y altas temperaturas en el oeste de América del Sur que también han aumentado el riesgo de incendios forestales.
(FRANCIA 24 con AP)