Hablando de los Knicks, después de dos décadas de pobreza en la NBA, Nueva York finalmente salió de la cuneta y se acercó a la cima de la montaña de la NBA. Como ex Knick durante la década de 2000, Nate Robinson tuvo un asiento en primera fila ante el caos eterno de la franquicia durante sus horas más oscuras. Específicamente la temporada 2005-2006, cuando Larry Brown fue contratado y posteriormente despedido como entrenador en jefe. Brown y Nate se pelearon durante su breve mandato, y Nate reveló más tarde que Brown lo llamaba “el pequeño de mierda” a diario. En otra ocasion, Robinson entró en la oficina de Brown, llorando., diciéndole a su entrenador que dejara de degradarlo. Diez minutos más tarde, frente al equipo, Brown volvió a llamar a Robinson “el pequeño de mierda” y compartió que había llorado. No hay mejor jugador que Nate para eliminar las capas de pobreza en la era más oscura del baloncesto de los Knicks. Para apreciar el presente, hay que comprender el pasado.