El complot contra la imagen de la Virgen María embarazada: ¿por qué no la verás en ningún paso de Semana Santa?

María está de pie. Desafiante. Algo girada para marcar una barriga que, si no tiene nueve meses, poco le falta. Luce orgullosa un vestido azul desabotonado. Quizá, dada la posición de su mano derecha, porque así fulminaría toda duda sobre la naturaleza humana de Jesucristo. La virgen que Piero della Francesca pintó en 1460 convirtió a la iglesia de Santa María de Nomentana en lugar de peregrinación: la pequeña localidad de Monterchi (Italia), de repente, empezó a recibir a mujeres embarazadas que oraban por tener un buen parto. Una costumbre que se mantuvo hasta que, en 1785, un terremoto destruyó la ermita… dejando únicamente en pie este fresco.

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