Un exárbitro afirma que el vicepresidente en el centro de la investigación de corrupción en Barcelona lo amenazó por teléfono

El ex árbitro de La Liga Xavier Estrada Fernández denunció haber sido amenazado por el ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira. Este último está en el centro de un escándalo de corrupción que ha manchado la imagen del fútbol español en los últimos años.

Enríquez Negreira recibió entre 6 y 7 millones de euros durante un período de 17 años en el Barcelona, ​​entre 2001 y 2018, cuando fue despedido por la CTA. El Barcelona ha sido acusado de corrupción y soborno, pero aún no ha sido declarado culpable de nada y ha negado haber actuado mal.

Estrada Fernández, que arbitró durante 17 años profesionalmente, incluidos 12 años en La Liga entre 2009 y 2021, ha publicado esta semana un libro sobre el asunto titulado ‘La verdad sobre Negreira’, en el que afirma que fue amenazado por su exjefe vía llamada telefónica.

“Negreira tenía todo el poder. Al ser Vicepresidente de Árbitros durante tantos años, tenía toda la información arbitral. Podía designar descensos, ascensos y quién oficiaba los juegos. Cuando me nombró árbitro internacional me llamó para amenazarme por pedir mi propio equipo de asistentes. Hay que entender que vengo de cero y lo hacía sólo por pasión por el arbitraje. Cuando te pasa algo así, piensas en muchas cosas”.

La CTA, principalmente a través del presidente Luis Medina Cantalejo, ha negado que Negreira tuviera poder de decisión alguno, alegando que su papel era mayoritariamente decorativo. Estrada cuestionó eso, diciendo que había una clara diferencia entre su mandato y el de su sucesor Carlos Velasco Carballo.

“Es evidente que Negreira controlaba los ascensos y descensos. Antes de la llegada de Velasco Carballo, la lista iba por puntaje. Luego estaba en orden alfabético y no se veía esa puntuación”.

Sin embargo, le dijo Diario AS que no creía que los árbitros hubieran sido corruptos en su arbitraje, a pesar de las amenazas de Negreira.

“Aquí hay que distinguir entre los pagos de un club a un vicepresidente y el trabajo de los árbitros. Cuando el caso estalla, empiezo a entrelazar información, a conectar los puntos con lo que otros habían dicho y a tratar de defender el honor del grupo. Hay una figura aquí [around which this revolves] que es el del asambleísta.”

Finalmente declaró que sus antiguos compañeros guardaban silencio por miedo.

“Por supuesto que los árbitros activos tienen miedo de hablar. ¿Cómo no van a tener miedo si el presidente de la delegación de arbitraje recibió la solicitud de mi cabeza?

El caso aún está siendo investigado por la policía y la fiscalía estatal, mientras reúnen pruebas para llevar el asunto a juicio.

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