Cierra un bar en Álava y lo vuelven a abrir unas monjas: "Compartir unos pinchos y unas bebidas"

Ahora que llega el buen tiempo no paramos de ver las terrazas de los bares totalmente llenas. Lo vemos en las grandes ciudades pero también en muchos pueblos, donde este establecimiento se convierte, en el lugar de encuentro para todos.Y es por eso que, cuando algún bar de la España rural se cierra, se apaga una parte de la vida social de esa localidad.

En Argandoñaen la provincia de Álavadonde solo viven 37 habitantes hay unsantuario, el de Nuestra Señora de Estíbalizy allí también se encontraba un bar,llamado el bar ‘Padre’.Ese bar cerró en septiembre y los peregrinos que acudían y los vecinos del pueblo se quedaron sin su lugar de reunión.

Y ante esto, las propias monjas del santuario, las Hermanas Peregrinas de la Eucaristíatuvieron una idea. Se pusieron a reformar el local para ponerlo a punto. Son dieciocho monjasentre ellas la hermana Fátima con la que hemos tenido oportunidad de hablar en Mediodía COPE.

“Un espacio en el que compartir unos pinchos y unas bebidas”



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