Las consecuencias del cambio climático en el mundo son muy evidentes: rachas de olas de calor, temperaturas que calientan el mar, sequía, inundaciones trascendentales, borrascas que marcan un antes y un después, entre otras muchas.
En 2023 se formó El Niño, un fenómeno que se caracteriza por un calentamiento inusual de las aguas del Pacífico ecuatorial y que tiene una periodicidad de entre dos y siete años y con importantes consecuencias globales.
Ahora Mario Picazo ha anunciado que este “está perdiendo intensidad” y los pronósticos apuntan a que estas condiciones “evolucionen a un estado neutro sin anomalías de temperatura del agua resaltables”.
El experto ha asegurado que una de las señales más evidentes de que está llegando a su fin, no solo es el enfriamiento del agua, sino que los vientos alisios se debilitan más de lo normal. “Por otra parte, se observa que ya no hay tanta lluvia y nubes en el Pacífico tropical central, ni condiciones más secas de lo normal en Indonesia y Australia”.
Sin embargo, los pronósticos más recientes que ha elaborado la NOAA (Organización Nacional Atmosférica y Oceánica) apuntan a que entre junio y agosto la evolución sea la contraria: “Hay un 60% de probabilidad qué las condiciones del Pacífico ecuatorial evolucionen hacia La Niña, es decir el enfriamiento de las aguas de la región con valores de temperatura por debajo de la media”.
Pronóstico del debilitamiento de El Niño entre abril y junio y la formación e intensificación de La Niña entre junio y diciembre (1) / NOAA
¿Cuándo se espera La Niña?
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Con el enfriamiento de la superficie del Pacífico ecuatorial, se prevé que La Niña llegue pronto. Esta provocará cambios en la circulación atmosférica global y generará una temporada de huracanes más activa en el Atlántico.
Picazo ha anunciado que “el pronóstico de huracanes para esta temporada 2024 podría ser récord en cuanto a número e intensidad. Por una parte, debido a la esperada presencia de La Niña, pero también por lo cálida que está el agua en el Atlántico respecto a la media”.
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Además, también podría ayudar a bajar la temperatura global en 2024 respecto a 2023, aunque dependerá de otras anomalías de temperatura oceánicas. El experto ha comentado que a pesar del progresivo enfriamiento del Pacífico a partir del próximo verano, los expertos auguran que 2024 será de los más cálidos.