El presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha subido un escalón en su disputa con Manuel López Obrador, agudizada después del asalto policial a la embajada mexicana para capturar al exvicepresidente Jorge Glas. A pocas horas de una consulta popular en la que expone su capital político, el Gobierno definió al jefe del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, como el principal objetivo militar de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico. De esta manera, el “estado de conflicto interno” declarado en enero para enfrentar la ola de la violencia que provocan esas bandas se convierte ahora en un problema de seguridad que excede las fronteras ecuatorianas y se ubica justamente en el país con el que Quito no tiene relaciones diplomáticas desde el 5 de abril. A la vez, con este anuncio, se establece una simetría difícil de justificar entre Glas y Zambada. A los ojos del Gobierno, ambos son delincuentes y no puede haber consideraciones políticas como el derecho al asilo que fue concedido por México al dirigente correista.
A los 76 años, “El Mayo” es uno de los criminales que con más afán busca la DEA norteamericana. Tiene una condena en ausencia en un tribunal norteamericano. Zambada sentó las bases del cartel de Sinaloa junto con El Chapo Guzmán y Héctor el Güero Palma, estos dos últimos en prisión. En su momento tuvo relaciones preferenciales con Gonzalo Rodríguez Gacha, el número dos del narco colombiano Pablo Escobar. En virtud del anuncio formulado por Noboa, ahora Ecuador y Estados Unidos comparten una misma obsesión.
En sus fundamentos, el presidente hizo una filosa alusión a México. “Hay gobiernos que ayudan y cooperan con estas estructuras criminales transnacionales. Pero no vamos a permitir que ellos interfieran con el país. Ecuador está abierto al mundo, a cooperar por el bien. Pero jamás vamos a cooperar con la delincuencia, el terrorismo, jamás vamos a cooperar con el narcotráfico”.
[–>[–>
Tentaculos internos
[–>
“Nadie ha tenido la valentía de decir sus nombres ni su ubicación, sino que se han enfocado en capos menores y echarle la culpa a capos menores, pero las estructuras son muy grandes, son muy fuertes y son transnacionales”, dijo Noboa.
El cartel de Sinaloa se ha convertido en un problema para Ecuador a partir de su asociación con la principal banda local, Los Choneros, cuyo jefe, José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, se escapó de una cárcel de Guayaquil a los dos meses de comenzar la gestión de Noboa. Fito es, desde este viernes, otro de los “objetivos militares” del Estado. La lista de los criminales “más buscados” incluye a otros 74 delincuentes.
El colombiano Giovani Andrés Rojas, alias ‘Araña’, ha sido ubicado en el mismo nivel de peligrosidad que “El Mayo”. Su condición de líder de la organización Comandos de Frontera, una de las disidencias de las exFARC es también un problema para Gustavo Petro, quien ha tenido palabras muy duras para con la embestida policial contra la embajada mexicana. “Araña” se benefició de los acuerdos entre la insurgencia y el Estado colombiano, a fines de 2016, que permitieron poner fin a un conflicto armado de medio siglo. Al salir de la prisión fue nombrado “gestor de paz” pero, con los años, se asoció a la delincuencia junto con otros exguerrilleros.
[–>
En este contexto, Noboa también decretó “estado de excepción” en el sector energético debido a los prolongados cortes de luz que provocar fastidios en la población a pocos días de la consulta popular. El Gobierno ha deslizado la hipótesis de un sabotaje. Militares y policías han pasado a resguardar la infraestructura.