Después de las fuertes lluvias del martes en la histórica provincia de Yazd, en el centro de Irán, los ríos de 11 ciudades de la provincia se desbordaron, poniendo en riesgo los monumentos históricos y los pueblos de la región.
La provincia vecina de Yazd, Isfahán, también se vio afectada por las inundaciones.
El departamento de gestión de crisis de la provincia desplegó varios equipos de rescate en las zonas afectadas por las inundaciones.
Mansour Shishe-Foroush, jefe de Gestión de Crisis de Isfahan, dijo: “Debido a las fuertes lluvias e inundaciones, 270 equipos de socorro, incluidos agentes de gestión de crisis, se han establecido en municipios, distritos rurales y gobernaciones, así como en órganos ejecutivos”.
Las lluvias han dañado unas 6.000 hectáreas de tierras agrícolas en la provincia y han bloqueado las carreteras que conducen a las zonas rurales.
Las inundaciones se producen después de años de sequía en muchas provincias iraníes, lo que provocó una crisis de agua en el verano.