La del pivote es una posición absolutamente estratégica y providencial para reforzar en el FC Barcelona. La comisión deportiva, una vez ya se ha confirmado la continuidad de Xavi Hernández (y si no hubiera seguido también, vaya) tiene clarísimo que esa demarcación en la que este curso ha habido tantas lagunas es clave.
La marcha de Sergio Busquets el verano pasado dejó un vacío casi imposible de llenar. Aterrizó Oriol Romeu, una opción ‘low cost’ y que conocía la casa, pero no ha dado frutos. El de Ulldecona, salvo sorpresa, saldrá del club.
SE VALORA LA POLIVALENCIA DE CHRISTENSEN
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Christensen se ha adaptado bien como solución de urgencia. Y, si nada se tuerce, lo seguirá haciendo y se contempla como una alternativa para la demarcación. Pero si hay músculo económico y se puede regresar a la regla 1:1 la prioridad es un pivote contrastado y de futuro. Al margen de un fichaje de Guido Rodríguez que, según hemos adelantado en SPORT, está bastante encarrilado.
En ese sentido, la figura de Amadou Onana estaba entre el TOP de la lista de prioridades. Del agrado de Deco y de la parcela deportiva del club por su enorme despliegue físico, su potencia y buen manejo de balón. Y su edad, claro (22 años).
La secretaría técnica estaba muy pendiente de la evolución del Everton. Si los ‘toffees’ descendían, el precio del centrocampista iba a caer considerablemente. Oportunidad de mercado perfecta.
SALVADOS A FALTA DE 3 JORNADAS
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Pero el cuadro de Sean Dyche, tras una progresión asombrosa desde hace meses, ha certificado su permanencia tras vencer al Brentford en Goodison Park este sábado por 1-0. 11 puntos por encima del descenso con tres jornadas por delante y salvación matemática.
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Eso implica que el cuadro británico no tendrá tantas urgencias y no baje de esos 60 millones de euros en los que está tasado el jugador. Muy difícil, vaya. Una cantidad que, en la situación actual, el Barça no puede asumir.