El informe, publicado el sábado por la emisora estatal británica BBC, dijo que las fuerzas británicas –conocidas como “botas mojadas”– conducirían camiones a lo largo de una carretera elevada temporal y entregarían ayuda a un área de distribución segura en tierra.
El secretario de Defensa británico, Grant Shapps, afirmó que el Reino Unido sigue desempeñando “un papel de liderazgo en la prestación de apoyo en coordinación con Estados Unidos y otros aliados internacionales.
También afirmó que Londres tiene la intención de establecer más rutas de ayuda humanitaria, aunque no confirma el papel futuro del Reino Unido una vez que el corredor esté abierto.
Mientras tanto, Estados Unidos ha dicho que no habrá fuerzas estadounidenses estacionadas en tierra y agregó que un “tercero” anónimo sería responsable de llevar a cabo las entregas de ayuda desde el muelle hasta la costa.
Se entiende que el Reino Unido está considerando encargar la operación a tropas británicas, ya que el país ha participado en la planificación de la operación de ayuda marítima.
Sin embargo, el gobierno británico dijo que aún no se ha tomado una decisión final y agregó que el primer ministro debería examinar la cuestión para determinar si desplegar botas sobre el terreno o simplemente contar con fuerza laboral para conducir camiones de ayuda a la costa de Gaza.
Según se informa, el ejército israelí ha prometido garantizar la seguridad de la operación y mejorar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
Esto ocurre a pesar de que el régimen ocupante continúa obstruyendo la entrega de ayuda a Gaza en medio de su guerra genocida en el territorio bloqueado que comenzó a principios de octubre del año pasado.
Israel lanzó la guerra contra Gaza el 7 de octubre después de que el movimiento de resistencia palestino Hamas llevara a cabo la sorpresiva Operación Tormenta de Al-Aqsa contra la entidad ocupante en respuesta a los crímenes intensificados del régimen ocupante contra el pueblo palestino.
Desde el inicio de la ofensiva, el régimen de Tel Aviv ha matado al menos a 34.400 palestinos, en su mayoría mujeres y niños. Otras 77.500 personas también resultaron heridas.
Israel también ha impuesto un “asedio total” a Gaza, cortando el combustible, la electricidad, los alimentos y el agua a los más de dos millones de palestinos que viven allí.