El Partidazo de COPE no pudo tener mejor ’embajador’ de Múnich, la ciudad en la que duerme el Real Madrid y el equipo de Tiempo de Juego desplazado al partido de ida de la Liga de Campones que le enfrenta al equipo blanco con el Bayern.
Pablo Laso, un viejo -y querido- conocido por la ‘parroquia’ del Real Madrid entrena actualmente al equipo de baloncesto del Bayern Munich, uno de los mejores equipos europeos.
Laso contó que lo tienen todo preparado para disfrutar el partido de fútbol: “no podemos ir al estadio. Mi hijo, que es súper aficionado del Madrid, no va a poder ir y estaba enfadado. Nosotros tenemos que viajar, pero vamos a tener montada una sala para verlo“, confesaba con una sonrisa.
Dio buena cuenta de la expectación que hay en la ciudad alemana con la eliminatoria de semifinales de la Champions, donde hay “mucho respeto al Real Madrid“, aunque concretó que “no le dan por favorito“. En Alemania, todo el mundo sigue preguntándose qué hizo el equipo que entrena Carlo Ancelotti para eliminar al City: “Aquí todos dicen que el City, sí, era mejor equipo, y que nadie sabe cómo lo hizo, pero que cómo compiten estos tíos es increíble“, en alusión al ‘milagro’ madridista en cuartos de final.
Pero si de alguien se habla en estos días en Alemania, futbolísticamente hablando, es Xabi Alonso. El milagro del entrenador vasco con el Leverkusen es algo de admirar hasta tal punto que “creo que Xabi aquí está en los altares“.
Laso y los problemas del alemán
Algo comparten Carlo Ancelotti y Pablo Laso. Este lunes, Carlo Ancelotti intentaba, sin éxito, entender la pregunta que le hacía un periodista alemán en la rueda de prensa.
Ancelotti se rindió al momento, reconociendo los problemas con la lengua germánica: “Nunca me ha entrado el alemán en la cabeza“, reconocía el técnico italiano.
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A Pablo Laso le pasa algo parecido: “Lo intento con el alemán pero muy poco, es muy difícil. Entiendo a Ancelotti porque a la mujer del entrenador del Alba Berlin dice que se venden unas camisetas con el lema ‘la vida es bella, no pierdas el tiempo en aprender alemán’“, comentaba con sentido del humor. “Yo entiendo más el euskera que el alemán“.
Todo esto, además, partiendo de que el lenguaje universal del baloncesto es el inglés: “Por eso me da rabia cuando tienes varios serbios y jugadores de aquella zona y empiezan a hablar entre ellos. Por eso, lo mejor, es tener solo uno en la plantilla“, bromeaba.